Oxi
Carlos Figueroa Ibarra
Hoy sabemos que en el idioma griego “oxi” significa “no”. Y el oxi del domingo 5 de julio de 2015 significa un nuevo triunfo de la negación. La negación es el primer paso de la rebeldía, pero para que esta pueda convertirse en una alternativa sustancial tiene que convertirse en proposición. En Grecia la negación que comenzó en 2008, afortunadamente se convirtió en una proposición: Syriza y el proyecto con el cual triunfó en enero de 2015. De igual manera en España la negación de los indignados del 15 de mayo de 2011, se convirtió en una proposición. Ésta es Podemos y el proyecto con el cual pretenden llegar a gobernar al país. El pasado domingo, Syriza y Alexis Tsripas encabezaron una nueva negación. Se dijo “oxi” al castigo inmisericorde neoliberal que se ha impuesto al pueblo griego. Nuevamente la negación ha sido acompañada de una proposición en el momento de escribir estas líneas. El gobierno griego ha presentado una propuesta para salir de la crisis al Eurogrupo y a la Unión Europea.
Alemania y Angela Merkel encabezan la línea dura que busca imponer más austeridad a los griegos a cambios de otorgarles un tercer rescate financiero. Como si hubieran olvidado lo que les ha recordado Thomas Piketti a Alemania hace unos días: Alemania nunca pagó la deuda que tenía después de las dos guerras mundiales. No solamente eso; se benefició como toda Europa del Plan Marshall, multimillonario financiamiento para reconstruir Europa Occidental y convertirla en un parapeto frente a la creciente hegemonía soviética. Después de la segunda guerra mundial, Alemania tenía una deuda equivalente al 200% de su PIB –en Grecia equivale al 180%- y el Acuerdo de Londres de 1953 la benefició con una reducción de 60% y una reestructuración de dicha deuda.
Con esas medidas Alemania salió de su crisis y hoy es la potencia hegemónica de Europa Occidental. Por ello, además de Piketti, otros economistas como Jefrey Sachs, Simon Wren-Lewis, Heiner Flassbeck y Dani Rocdrik, se unieron a los premios Nobel Joseph Stiglitz y Paul Krugman para rechazar las medidas de austeridad que la “Troika” le ha impuesto a Grecia en los últimos años. Piketti, Stiglitz y Krugman abiertamente apoyaron al “oxi” en el reciente referéndum.
El gobierno de Grecia no desea la salida de Grecia de la zona Euro y de la Unión Europea. Ha sacrificado al carismático Yanis Varoufakis al hacerlo salir del Ministerio de Finanzas, porque estaba vetado por los demás ministros de finanzas de la UE (el Eurogrupo). Ha mejorado la propuesta que le había hecho a la “Troika” el 30 de junio. No busca que le perdonen la deuda como se hizo con la Alemania de la segunda posguerra. Únicamente busca una reducción de la misma, plazos más largos para pagarla y condiciones más benignas para el pueblo griego que las devastadoras que le quieren imponer sus acreedores.
Si en los próximos días, Grecia sale del euro y de la UE con todas sus imprevisibles consecuencias, la responsable será la “Troika” y su neoliberal mente usurera.
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