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¡Sabios chascarrillos!

Danilo Santos
desantos.salazar@gmail.com

La renuncia de la ministra de Comunicaciones es solo una bicoca, vienen zafarranchos de mayor envergadura, y estos no podrán ser salvados con la misma displicencia. Respuestas claras en materia de política económica a la penuria y desventura que vive el sesenta por ciento de la población, podrían aliviar la tensión social que se viene: pero vaya alguien a contarle historias a un pobre que no tiene comida para darles a sus hijos, más que impropio rayaría en lo estúpido, y la respuesta seguramente vendrá desde las propias vísceras de la miseria.

Toda vez no se trabaje para resolver la discrepancia entre lo urbano y lo rural, la diferencia abismal entre grupos con ingresos altos y bajos, seguiremos teniendo partidos desprovistos de significado y autenticidad, gobiernos funcionando como gendarmes de la ignominia.

Danilo Santos

Las desigualdades entre lo urbano y lo rural se caracterizan por la oprobiosa y creciente diferencia entre cualquiera de los índices socialmente relevantes: educación, salud, movilidad social, productividad e ingreso y participación política, por ejemplo.

¿Cuál es la estructura de nuestro mercado interno? ¿Puede una población empobrecida acceder a bienes manufacturados de consumo si su nivel es de subsistencia? ¿Por qué en la ciudad sí se pagan salarios mínimos y en el campo incluso se deciden salarios mínimos diferenciados? ¿Puede ser productiva y desarrollarse una sociedad donde una gran parte está desnutrida, enferma y mal pagada?

Historias, anécdotas, fábulas, sobran. Como también sobran carencias, corrupción, ineptitud, amiguismo, “clicas ilustradas con poder”, financistas y tenedores de la razón y la verdad verdadera. Sobran también eruditos de la “palabra”, de Dios, las ciencias y el gobierno.

Lo que falta es sensatez en todos los grupos, lumbreras y caudillos. En pocos días, el aún reluciente gobierno ha recibido ya varias lecciones. Disminución de pobreza, crecimiento de empleo y aumento de ingresos: no embelecos. Cuando no se tiene un grado alto de competencia, instrucción en la Cosa Pública; ni una conducta prudente o un profundo conocimiento del Estado y la Política: dárselas de sabio con “chascarrillos” no garantiza los tamaños de estadista.

Publicado originalmente en: [http://www.s21.com.gt/itaca/2016/01/29/sabios-chascarrillos]

Danilo Santos Salazar