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La historia y Anthony Bourdain

La historia viva es la que estamos filmando ahora, por eso, lo que mañana quede de lo que hoy grabemos, será parte de nuestro legado.

Irmalicia Velásquez Nimatuj

Tener en mi familia a una historiadora ha sido un regalo de nuestros ancestros porque cada momento que compartimos se convierte en un deleite frente a lo que con humildad aprendo de ella y sumo a mi mochila. Mi trabajo como antropóloga ha sido profundamente influenciado por las largas conversaciones sobre el ayer, revisado en el ahora, por los documentos que me comparte, los libros que me facilita, la información que me trae, las imágenes que me deja o las visitas a archivos y lugares de los que desconocía su trasfondo. Ella mantiene encendida mi curiosidad y me obliga a no cerrarme a aprender.

Esta joven intelectual me acercó al trabajo de Anthony Bourdain, el cual desde que lo conocí me capturó primero, por su pasión por viajar para conocer y aprender de cómo otras culturas alimentan a sus familias y comunidades con lo que producen en sus entornos y que disfrutan cocinando y degustando, a veces con los dedos, sin etiquetas ni pedanterías y lejos de sectores presuntuosos. Segundo, su demanda por condiciones justas hacia millones de inmigrantes latinoamericanos, miles de ellos indígenas de Guatemala, que con o sin documentos están detrás de los sofisticados restaurantes de los Estados Unidos haciendo el trabajo que otros no hacen. Bourdain conoció de esa entrega porque trabajó con ellos, por eso, atestiguó la denigración a la que son sometidos, sin que se reconozca su aporte a sabiendas que sin ellos, el trabajo de los chefs más reconocidos nunca será igual. Y finalmente, porque usó los medios de comunicación, no para construirse una personalidad banal sino para educar al mundo, para enseñar que en cualquier sociedad hay creatividad, amor, sabor, sonrisas y sobre todo para recordarnos que siempre hay “partes desconocidas” que nos llaman a descubrirlas.

El viernes 8 de junio, cuando leí que Bourdain había partido nos encontrábamos tan lejos pero sentí que esa noticia tocaría el corazón de nuestra historiadora, porque significaba la partida de un tremendo ser humano, un creador del Siglo XX y XXI que nos mostró que la historia viva es la que estamos filmando ahora, por eso, lo que mañana quede de lo que hoy grabemos, será parte de nuestro legado.

Fuente: [https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/06/30/la-historia-y-anthony-bourdain/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Irma Alicia Velásquez Nimatuj