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Ahora que te has marchado –en la plenitud de tu vida– nos heredas la experiencia de sobrevivir en una sociedad polarizada..

Irma A. Velásquez Nimatuj

No recuerdo exactamente cuándo te conocí Juan Ramón, lo que sí tengo presente son las veces que conversamos alrededor de la compleja situación política de Guatemala. Finalmente, las elecciones de 2015 me permitieron conocer tu capacidad de promover el diálogo, a pesar de las diferentes posiciones y de la fragmentación en la que participábamos. En esos momentos, pude experimentar cómo unos buscaban aprovecharse de otros y allí, tú diste la batalla por valorar los diversos aportes y promover que, el sentarse a la mesa buscando alternativas viables, honestas y de largo plazo para el país, era por lo único que valía la pena luchar.

Ahora que te has marchado –en la plenitud de tu vida– nos heredas la experiencia de sobrevivir en una sociedad polarizada; además, tus recomendaciones para enfrentar la historia de violencia entre los sectores de abajo promovida por los “dueños del país” y cómo, ante los fracasos anunciados de los gobiernos que mantienen la desigualdad, no se puede perder la fe, sino debe de apostarse a procesos que busquen una solución pacífica a la interminable ingobernabilidad en que vivimos.

Te caracterizaste por ser un conocedor de Guatemala, por eso, aunque la amabas también la analizabas desde una perspectiva crítica, que implicó reconocer la crisis del liderazgo de las izquierdas pero esas crisis, insististe, debían ser leídas en el marco de la decadencia de las elites guatemaltecas. Ante eso, planteabas que las esperanzas debían de materializarse en la formación de las mayorías para detener la violencia social –ahora achacada a la juventud– porque quebraría los círculos de exclusión y promovería un movimiento social amplio con carácter vinculante que, buscaría democratizar las instituciones y las estructuras del estado.

Admiré, tu profunda creencia en los Acuerdos de Paz, porque explicabas que fueron escritos con la sangre de más de 250 mil guatemaltecos y que el incumplimiento era del Estado, quien se negó a crear las condiciones para enfrentar las causas históricas de la permanente rebeldía. Hoy, ante tu partida, sé que tu incansable persistencia se multiplicará en el surgimiento de las nuevas olas de la juventud diversa que se organiza y se levanta de todas las formas posibles para romper las cadenas del pasado.

Fuente: [https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/12/15/juan-ramon-ruiz-cordon-1967-2018/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Irma Alicia Velásquez Nimatuj