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Mexico, DF, 18 de Febrero de 2011

Distinguido Rector de la Universidad de San Carlos de Borromeo de Guatemala.

Como egresado  de la Facultad de Ciencias Medicas de la Tricentenaria y miembro de la Universidad de San Carlos me veo obligado a dirigirme a usted  de la  forma mas humana y respetuosa.

A finales de 1970 cuando el Coronel Arana Osorio desgobernaba, el país el Licenciado Alfonso Bauer Paiz fue acribillado a balazos en una centrica calle de la capital guatemalteca. Por lazos familiares y políticos que unieron a mi familia con Alfonso, mis padres me nombraron emisario y portavoz de su solidaridad  ante tan distinguido guatemalteco que acababa de ser honrosamente baleado por los esbirros del Ejército Secreto Anticomunista. En la habitación que le fue asignada en el centro de rehabilitación  del IGSS, frente a la Aurora, Alfonso Bauer Paiz junto a mi mejor amigo que me acompañó a dejarle  una vianda y regalos preparados especialmente , no olvido, que nos disertó una charla sobre el fascismo y sus consecuencias para la humanidad. Yo tendría13 años de edad y Poncho Bauer mucho antes  que yo naciera  había compartido la función pública  en tiempos del Coronel Jacobo Arbenz Guzmán con mi abuelo paterno quien fuera Ministro de Educación en la Primavera Revolucionaria de nuestra joven  república. Poncho seria también anos después catedrático de la   Facultad de Derecho  y miembro del Consejo Superior Universitario.

En su larga carrera profesional Alfonso Bauer Paiz escribió libros como Catalogación de leyes laborales de Guatemala, ¿Cómo funciona el capital yanqui en Centroamérica?, La Frutera ante la ley, Apuntes de un militante de la revolución de Octubre, Antología de ensayos y Memorias de Alfonso Bauer Paiz, entre otros.

Poncho al igual que  miles de guatemaltecos tuvo que dejar Guatemala, trabajo en el Chile de la Unidad Popular de Allende, en la Cuba indoblegable, lo cual   nos dice que nunca  trabajo para hacer fortuna ni mucho menos para forjar un patrimonio que le  permitiera optar a una vida decente al final de su existencia. Eso lo comprendo muy bien pues aquellos que han luchado toda su vida por los demás nunca piensan llegar a viejos  sino a morirse donde el destino y las circunstancias lo prefieran.

En Julio de 1983 me encuentro trabajando a las ordenes del Ejercito Popular Sandinista en el Hospital Alejandro Dávila Bolaños Unidad militar 30-30 en Nicaragua. El Frente Sandinista decide otorgar en la unidad médica más importante del país el espacio cultural del IV aniversario del triunfo revolucionario al Pueblo de Guatemala y su Revolución.  Las autoridades del Hospital Militar de la Nicaragua Sandinista me nombraron organizador de dicho evento.

A quien le  correspondió  dictar el discurso magistral inaugural de las Jornadas de Solidaridad por Guatemala fue a nuestro querido Poncho Bauer.

El orgullo que me produjo presentarlo ante un repleto auditorio lleno de combatientes y oficiales sandinistas, revolucionarios de muchos países y autoridades queridas y respetadas de mi hospital es indescriptible.

La defensa que hizo Alfonso Bauer Paiz por los pobres, perseguidos y explotados de Guatemala la tengo presente. Ha sido inspiración durante toda mi vida la inmensa capacidad humana, ética e intelectual que posee  nuestro querido Alfonso. Cuando los yankis nos estaban arrojando bombas en Nicaragua, cuando nos estaban destruyendo inmisericordemente escuelas, guarderías, aserraderos,  estaciones de radio y los sabotajes no paraban, Poncho Bauer apareció de la nada y con su brillante discurso nos hizo entender mejor esa tarde que  teníamos la razón de nuestra parte.  El Son de la Quema del Diablo se escuchaba mas nítido que nunca.

Y gracias a gente como él que nunca se torció sabemos que seguimos teniendo la razón y seguimos quemando al  diablo.

Poncho es de los que por su consecuencia, humanidad, lealtad y ética profesional  merecen ser distinguidos con el titulo de NOTABLES DE LA UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA. Pero por las circunstancias históricas sabemos que esto NO  es posible. Acudo de la manera más respetuosa a usted Señor Rector a fin de procurar un cargo vitalicio en nuestra Alma Mater a nuestro queridísimo Alfonso Bauer. El merecimiento que tiene este insigne patriota a ser valorado por su Universidad de San  Carlos es poco comparando los sacrificios y el trabajo hecho durante toda su vida por una Guatemala libre, democrática  y solidaria.

Me despido de usted señor Rector, no sin antes dejar constancia de mi más alta muestra de respeto y consideración  a su investidura.

DR. OTTO RENE HERNANDEZ GARCIA-LAGUARDIA
MEDICO CIRUJANO
COLEGIADO 4057