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***Barriletes Gigantes***

Los hombres de maíz

miran hacia el cielo del cerro de hierba,

elevarse como escudos gigantes y multicolores

los barriletes de Sumpango…

Poco a poco estos van ganado altura,

mientras el anciano va leyendo,

Uno a uno los nombres de los

hombres y mujeres que han

emprendido el viaje a la eternidad…

El incienso y las oraciones en cakchiquel

acompañan el vuelo de los gigantes de papel,

las memorias van cobrando vida

pues ese viaje es temporal despedida.

Ya que ese reencuentro con los antepasados

es ruta que desde que nacen se ha trazado,

como guerreros han de enfrentar la adversidad,

como amantes han de amar a su Nahual que

en forma de naturaleza los guiara…

Centenaria tradición que es manifestación

que trasciende el tiempo y el espacio,

manifestación del dolor que se calla…

Expresión de esa parte de la vida a la

que pocos le tienen tolerancia y comprensión.

Es celebración de la vida…

Es celebración de la muerte…

Donde no falta esa bendición

que es compartir la comida.

“El Fiambre” que reviste el espíritu

de compartir lo que nos da la

Madre Naturaleza en todas sus potencias

con los frutos del mar, aire y tierra.

Para endulzar el alma y el paladar

“El Ayote en miel” pues por dolorosos,

que sean los recuerdos siempre nos

dejan un sabor dulce en la boca.

El cielo se ve tapizado de colores,

las tumbas están repletas de flores,

y los patojos saltan de alegría al ver

a los colosos ir cobrando altura…

Y una vez suspendidos en el cielo

los gigantes se hacen pequeños

ante la inmensidad del cielo azul,

algunos escriben sus mensajes

a la luna, otros al sol y más de uno

manda mensajes a sus antepasados.

Mensajes que viajan en el hilo

que mantiene al coloso sujeto a la tierra,

como si fuera un cordón umbilical…

Cordón que une a todas las generaciones

que nacen de la tierra en forma de maíz,

de esta tierra donde anida el Quetzal,

en una Ceiba que cobija a una Monja Blanca,

que es la niña bonita que como mariposa

revolotea en los jardines donde siempre

hay flores porque siempre es abril…

Los barriletes se elevan y se elevan,

algunos ya no regresaran pues el

viento les cortara el cordón umbilical.

Pero quedaran grabados en las retinas

que hoy miran desde la tierra y que

un día los contemplaran desde el cielo.

Oxwell L’bu

Foto: Internet