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Danilo Santos
desantos.salazar@gmail.com

El que impone la cultura impone una visión del mundo, a eso se le llama hegemonía cultural, es decir un sistema bien elaborado de creencias, significados y valores impuestos a través de todo tipo de espacios de socialización y aparatos del Estado, lo cual permite al que ejerce la dominación material, una dominación espiritual que es aplastante.

Ese conformismo que se palpa en la sociedad cuando se le pregunta por quién votará y contesta: “por el menos malo” o “por el que robe, pero haga algo” o “por el que ya tiene porque no tiene necesidad de robar” o peor aún “por el que Dios diga”. Es solo una muestra de cómo se nos ha implantado el conformismo como un antivalor y el pleno convencimiento de que no podemos hacer nada para cambiar la situación. Otro ejemplo sería, “por cualquiera que no sea de izquierda” sin ni siquiera saber qué es la izquierda y cuáles son sus postulados, el sistema ha triunfado satanizándola y haciéndola parecer como algo dañino.

Las clases dirigentes han sido eficientes inculcando sus valores a las clases subordinadas y convirtiendo esos valores en sentido común, al punto que la mayoría de guatemaltecos y guatemaltecas creen en las patrañas de los “masturbatorios”, el patético saludo del “kaibil” desde la tarima o las amenazas de muerte si no hay rendición de los “malos”. Los valores que proyectan este tipo de candidatos sirven para hacer chistes machistas y misóginos, para justificar la violencia y lo violentos que nos han vuelto, aceptando a un militar como candidato (uno con muy pocas luces, por cierto), o creer en la guapería de otro que amenaza con matar para resolver los problemas sociales, económicos y culturales. Y podríamos seguir citando ejemplos, principalmente relacionados con la pérdida de derechos, la gran mayoría de candidaturas ofrece retroceder en los logros civilizatorios alcanzados luego de la barbarie que a la población le ha tocado vivir, no solo durante el Conflicto Armado Interno, sino cotidianamente a través del abuso de poder de quienes han gobernado el país por casi doscientos años.

La ideología dominante (es decir el sistema de ideas dominante) nos lleva a reír quedito cuando a un impresentable se le ocurre escribir en un libro que “las mujeres son como la caca de chucho: entre más vieja más difícil de levantar”. ¿Y ese el candidato que dice que será un Presidente como Dios manda? Realmente es lamentable que las elecciones se hayan vuelto precisamente un “masturbatorio”, donde solo engañamos la libido electoral con las imágenes que nos dan a través de una Ley Electoral que favorece a estos “grandes” pensadores, empresarios y políticos de carrera que dan la vida por valores fétidos y atrasados.

Toda vez nos mantengamos intentando alianzas de última hora pensando solo en los resultados electorales, no podremos construir nueva hegemonía entre las clases subalternas. Es momento de dejar los cómodos espacios corporativos de organizaciones y movimientos, y generar alianzas que ataquen la hegemonía que nos aplasta el espíritu y el futuro.

Fuente: [https://lahora.gt/masturbatorio-electoral/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Danilo Santos Salazar