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Mario Roberto Morales

La bonanza que el Plan Marshall significó para Estados Unidos ―gracias a la reconstrucción de la destruida Alemania nazi― se tradujo en un ‘boom’ de bebés quienes, quince o veinte años más tarde, en la década de los 60, fueron los adolescentes que protagonizaron la revolución sexual y la rebeldía enlatada de las contraculturas (como el rocanrol y el jipismo), y que encarnaron el consumismo “rebelde” en forma de jeans, playeras, zapatos tenis, motos y autos veloces y cabellos largos. En América Latina, Argelia y Vietnam, por ejemplo, la rebelión ya era de verdad antes de que los ‘Mad Men’ de Madison Avenue replicaran aquellas rebeldías juveniles y las enlataran en forma de mercancía ‘cool’ para el consumo de insurrectos ilusorios.

Los ‘baby boomers’ son pues los nacidos en EE. UU. entre 1945 y 1955 (aprox.). Y, por imitación cultural y poder adquisitivo de clase media acomodada, también los niños nacidos en América Latina en las mismas fechas, agringados en medio del limbo del subdesarrollo de sus pobres países. Algunos de estos se volvieron guerrilleros, los menos se hicieron jipis, y los más languidecieron de nostalgia sesentera hasta la fecha, oyendo ‘Dream lover’, de Bobby Darin y ‘All I have to do is dream’, de los Everly Brothers.

Jamás pensaron estos consentidos del sistema que llegado el punto en que el mismo no fuera capaz (por insuficiencia e ineficiencia) de alimentar a una humanidad por él convertida en zombi, una cruel política de despoblamiento planetario cobraría vigencia y de pronto los ‘baby boomers’ habrían de ser perseguidos por un virus que se ensañaría con ellos a fin de evitar que el sistema les pague sus pensiones de jubilación. Es así como hoy los ‘baby boomers’ son el blanco principal de la cruel política neoliberal de despoblamiento planetario, la cual obedece a la lógica, no de la necesidad de alimentar a toda la humanidad, sino de matar a más de la mitad de la población mundial para que el ineficaz sistema perdure.

Por eso, los ‘baby boomers’ miran nostálgicos hacia el pasado sintiéndose traicionados por el sistema que legitimaron con su rebeldía de mentiras, y se refugian en toda suerte de fundamentalismos religiosos y de autoayudas ‘New Age’, para sobrellevar el doloroso hecho de que fueron usados como reses para hacer ‘Big Macs’ y como pollos para hacer ‘McNuggets’, y que lo que queda de ellos no es sino un áspero bagazo desechable por “improductivo”, según la lógica del Mercado. Lejanos y absurdos suenan hoy los acordes de ‘Blowing in the wind’ y ‘The sounds of silence’, pues no logran reanimar a los inconsolables traicionados.

Pobrecitos. No son capaces de librar la lucha ideológica y denunciar la política de despoblamiento global que los acosa porque, por lo que se ve, hace ya bastante tiempo que dejaron de estar entre nosotros.

www.mariorobertomorales.info

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Mario Roberto Morales
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