Las lógicas del genocidio guatemalteco: Una mirada etnográfica desde la fe y revolución
Frente a eso, la pregunta es ¿cuánto realmente lograremos nosotros amar?
María Aguilar
La semana pasada se presentó el sexto volumen de la colección Al atardecer de la vida, del sacerdote jesuita Ricardo Falla, titulado: “Las lógicas del genocidio guatemalteco: Una mirada etnográfica desde la fe y revolución”, editado por la Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales, Avancso.
Con este libro Falla nos lleva en un viaje por el tiempo a uno de los momentos más sanguinarios de la historia del país para que con los ojos del presente examinemos qué tanto hemos avanzado y cómo los ciclos de la historia se repiten. El volumen contiene siete textos que fueron escritos entre febrero de 1982 y agosto de 1983, meses que representan la cúspide del genocidio desde el Estado contra el pueblo maya durante el régimen de Efraín Ríos Montt.
Los textos, escritos por distintas razones y para públicos diversos, están conectados y ayudan a entender las facetas del genocidio en el momento en que este se estaba ejecutando. Sin embargo, a pesar de los hechos de dolor y violencia descritos, los testimonios demuestran que dentro de la población desarraigada se mantenía un fuerte sentido de esperanza, sentimiento que se ve reflejado en el propio análisis del padre Falla.
El volumen también muestra el impacto que la teología de la liberación tuvo no solo en los pueblos sino en la visión de los líderes religiosos que estaban en las áreas más pobres del país. Ilustra cómo, paradójicamente, la teología de la liberación llegó a eso, a liberar e intentar romper con esquemas de poder, autoridad, servidumbre, aceptación de condición de pobreza, todos impuestos, en parte, por la misma Iglesia católica desde la Colonia.
Se muestra, también, la importancia de la etnografía para entender el genocidio guatemalteco. En el presente partimos de la definición de genocidio proveniente de la Convención de 1948, pero se debe estar conscientes que esa definición fue creada en un momento histórico, por hechos concretos que respondían a las atrocidades que dejó la II Guerra Mundial y por actores específicos. Hoy nuestro trabajo debe ser, no ver cómo los hechos que las poblaciones mayas enfrentaron en la década de 1970 y 1980 se adaptan a una definición sino cómo partimos desde los hechos y las sañas particulares que Guatemala vivió. Por eso, este libro es clave para entender el genocidio, porque nace de los testimonios mismos.
Con este libro, Falla nos enseña que sumergirnos a hacer ciencias sociales debe ser y es un acto de amor en el sentido de entrega y compromiso de vida. Como dice al comienzo del texto, al final de nuestras vidas, solo se nos cuestionará sobre qué tanto hemos amado a través de nuestra labor. Frente a eso, la pregunta es ¿cuánto realmente lograremos nosotros amar?
Fuente: [https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/12/03/las-logicas-del-genocidio-guatemalteco-una-mirada-etnografica-desde-la-fe-y-revolucion/]
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