La soledad de la desolación
Ilka Oliva Corado
En cualquier país del mundo uno está solo, pero en Estados Unidos más. Es una soledad aterradora, que maltrata, que quema, es una soledad fría, que congela, que arranca la piel y que una y otra vez le dice al paria: suicidáte, nada vale la pena, vos mismo no valés la pena. Veo esa soledad todos los días, en las miradas perdidas de los indocumentados. Es una soledad como un abismo, como una hondonada donde uno va rodando, rebotando sin parar. Es la soledad de la desolación, la certeza de haberlo perdido todo.
Una soledad que angustia y mutila. Una soledad de la que se intenta escapar: con alcohol, drogas y sexo. Una soledad de la que se intenta escapar con la poesía, el arte, gritando o en silencio, arrastrándose en la autodestrucción.
Es la soledad de las masas que nadie ve, que nadie escucha, que todos explotan. Es la soledad del indocumentado que también es mi soledad.
22 de febrero de 2018, Estados Unidos.
Fuente: [https://cronicasdeunainquilina.com/2018/02/22/la-soledad-de-la-desolacion/]
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