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Cedo el espacio de mi columna a las palabras de mi hermano Abelino Chub Caal.

Irma A. Velásquez Nimatuj

“Hermanos esta es una carta de agradecimiento por las muestras de solidaridad desde el principio hasta el final de un juicio injusto que me encerró 813 días en la cárcel. Estoy libre, la luz de la justicia llegó. Enfrenté un escenario de corrupción e impunidad contra el campo y los campesinos. Esta criminalización se desmanteló ante un tribunal de alto impacto. Y la sentencia sobre mi inocencia será una vergüenza para el Estado de Guatemala que ha sido servil a los grupos privilegiados que han acumulado su riqueza y poder a costa de la vida.

Aquí nadie es ciego, las injusticias son visibles, los atropellos son recurrentes, sin embargo las autoridades guardan silencio o simplemente son cómplices por las prácticas corruptas. Quienes presenciaron el desarrollo del debate oral y público vivieron la objetividad del tribunal, quienes determinaron la verdad con sabiduría y principios. El mundo sabe que no soy un criminal, que quienes defendemos la vida, la madre tierra y el territorio contribuimos en la construcción para la vida plena en un país sumido en la injusticia. Los criminales son los perversos poderosos y políticos, que utilizan las leyes para perpetrar sus crímenes con impunidad. ¡Estoy libre! Gracias a cada mujer y hombre que trabajó colectivamente para buscar la justicia y encontrar mi libertad y la libertad de las comunidades de El Estor, Izabal, violentadas por el mismo Estado.

Mi profundo agradecimiento a quienes nunca me abandonaron en la cárcel, a las comunidades, abogados defensores, personas que con valentía se ofrecieron para ser testigos y peritos para dilucidar esta situación jurídica, política y social en mi contra y en contra de las comunidades q’eqchi’ de El Estor, Izabal. A los medios de comunicación alternativos y columnistas que escribieron sobre esta injusticia, a las organizaciones nacionales e internacionales quienes formaron parte del trabajo colectivo desde que fui detenido hasta el día de mi libertad. Especialmente agradezco a mis padres y a mi familia. De esta manera cierro un capítulo en la historia de nuestras luchas de resistencia. Sin ustedes y sin el trabajo colectivo no hubiera podido alcanzar la libertad plena”.

¡Estoy libre! Gracias a cada mujer y hombre que trabajó colectivamente para buscar la justicia y encontrar mi libertad y la libertad de las comunidades de El Estor, Izabal, violentadas por el mismo Estado.

Fuente: [https://elperiodico.com.gt/]

Irma Alicia Velásquez Nimatuj