La ley terrorista del CACIF
De aprobarse esta ley, Guatemala entrará a un nuevo proceso represivo en donde se incrementarán las violaciones a los Derechos Humanos tanto individuales como colectivos.
Irmalicia Velásquez Nimatuj
No sorprende la rapidez con que la Comisión de Gobernación del Congreso de la República, presidida por Napoleón Rojas, de la Unión del Cambio Nacional, emitiera dictamen favorable a la propuesta de ley contra el terrorismo. Este anteproyecto es una estrategia del CACIF, de políticos que se han enriquecido impulsando procesos corruptos, militares y otros sectores conservadores que buscan formalizar la criminalización de las luchas y demandas de los diferentes pueblos que en Guatemala han tomado conciencia que su situación actual es producto de la excesiva concentración de la riqueza económica que ejercen pequeños feudos.
Para los colectivos indígenas beligerantes, esta es una maniobra para controlarlos ante el permanente estado de protesta en que se han mantenido por la imposición de millonarios megaproyectos en diferentes regiones del país que amenazan con destruir sus manantiales de agua, sus espacios de vida y recursos de subsistencia.
La ley contra el terrorismo no es novedosa, de hecho desde el 2007 la oligarquía y los políticos a su servicio han mantenido la tendencia de judicializar y penalizar las luchas y protestas sociales.
Ante esto, los miembros de los Pueblos Indígenas conscientes, alertan a la población urbana que de manera organizada y pacífica ha demando el fin de los gobiernos corruptos para que no permitan que leyes como estas sean aprobadas porque serán el instrumento para desalojar, emitir órdenes de captura, encarcelar, enjuiciar y sentenciar de manera rápida a todas las lideresas y líderes que levanten su voz o que protesten ante la insaciable voracidad del capital extranjero, el CACIF y sus operadores, sean políticos, militares o religiosos.
De aprobarse esta ley, Guatemala entrará a un nuevo proceso represivo en donde se incrementarán las violaciones a los Derechos Humanos tanto individuales como colectivos, y donde se impondrá la ley de las empresas extranjeras en contubernio con el capital nacional para acabar, en nombre del progreso, con comunidades completas a quienes expulsarán y convertirán en paupérrimos mendigos.
Los pueblos indígenas saben por experiencia de vida que la ley contra el terrorismo busca provocar un efecto de temor entre la población y los dirigentes urbanos y rurales para que de esta manera desistan de construir su propio destino.
Fuente. [https://elperiodico.com.gt/opinion/2017/11/18/la-ley-terrorista-del-cacif/]
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Profesora visitante Departamento de Antropología en la Universidad de Oregon.
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