La Guatemala que premia la falta de escrúpulos
Esta Guatemala es un paraíso agrícola que incluye aguas gaseosas y sopas instantáneas en la canasta básica.
María Aguilar
Guatemala como país es el mundo al revés descrito por Eduardo Galeano (1940-2015), ese que recompensa la falta de escrúpulos, la calumnia, la injusticia, el engaño, la muerte, la avaricia y la estafa mientras castiga y frena a quien intenta promover un país justo, equitativo e incluyente.
Somos el país en donde se han cometido múltiples genocidios desde 1524 a 1988 pero donde los políticos lloran porque en “tiempos de paz” la pena de muerte es declarada inconstitucional. Vivimos en el lugar donde la “Democracia” “eligió” un Presidente que es una burla a la inteligencia humana. Jimmy Morales es un ser ruin, tonto, inescrupuloso, corrupto y sinvergüenza. Un espécimen de quien solo brotan ridiculeces y vive rodeado, y defendido por elites, militares, funcionarios y asesores igual de sinvergüenzas y cínicos.
Guatemala es el país donde las elites argumentan que la justicia y la lucha contra la corrupción afectan la inversión extranjera y por eso, debe parar. Elites evasoras de impuestos, que se rehúsan siquiera a considerar una distribución equitativa de los recursos y de la tierra cultivable pero son felices poniéndose de alfombra a empresas extractivas y multinacionales, a cambio de pagos bajo la mesa.
En nuestro desafortunado entorno, las decenas de funcionarios acusados de corrupción y de sangrar a Guatemala utilizan tácticas de defensa dilatorias y hablan de “justicia selectiva” o de “ideologización de la justicia” al mismo tiempo que interponen más de 75 recursos para atrasar por años los procesos legales en su contra.
Aquí el Presidente que firmó la paz, Álvaro Arzú, declara que volverá a hacer la guerra mientras amenaza al MP y a la CICIG. Pero esto no sorprende, porque en Guatemala, un reo, Byron Lima, controló y se enriqueció del sistema penitenciario.
Esta Guatemala es un paraíso agrícola que incluye aguas gaseosas y sopas instantáneas en la canasta básica. Un país que produce para exportar mientras condena al hambre a sus ciudadanos. Un lugar en donde, mientras la pobreza estructural y la desnutrición matan, los militares se otorgan millonarios bonos por no hacer nada.
En esta Guatemala se sostienen los privilegios, se vive de la injusticia y la violencia, mientras morimos de indignación.
FUENTE: [https://elperiodico.com.gt/opinion/2017/10/30/la-guatemala-que-premia-la-falta-de-escrupulos/]
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