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La defensa del coronel Francisco Luis Gordillo

“Emma nunca fue evaluada por médicos legales o forenses guatemaltecos, solo con expertos internacionales”.

Irmalicia Velásquez Nimatuj

Treinta y siete años ha  luchado la familia del niño Marco Antonio y de Emma Molina Theissen  para lograr abrir el juicio por desaparición forzada y violaciones sexuales con agravación de la pena y delitos contra los deberes de la humanidad. Los acusados, cinco exjefes militares. Aquí me referiré a lo expresado por la defensa  del coronel Francisco Luis Gordillo Martínez, quien al momento de cometerse los crímenes era el comandante de la base militar 17-15, Manuel Lisandro Barrillas de la ciudad de Quetzaltenango.

Emma fue detenida en uno de los temidos retenes que montaba el Ejército en la carretera Interamericana y fue regresada a Quetzaltenango, llevada a la Zona 17-15, en donde fue violada, ultrajada y torturada durante nueve días. Milagrosamente escapó de ese tenebroso lugar, quizá es la única que logró hacerlo, los militares acusados lo saben, dentro de ellos reconocen que ella se fugó y que hubieran deseado no haberla mantenido viva para que denunciara a sus compañeros políticos sino haberla asesinado. Para ellos fue un error estratégico, para Emma y su familia la posibilidad de lograr justicia para ellos y para los miles de niños y jóvenes que quedaron en fosas como XX y que jamás regresaron al seno de sus familias.

Juan Orlando García defensor de Gordillo, entre sus argumentos ha declarado que “Emma nunca fue evaluada por médicos legales o forenses guatemaltecos, solo con expertos internacionales”,  y que, “nos hemos reunido con expertos que aseguran que si ella hubiera sufrido esas torturas, probablemente estaría enajenada, ciega y no habría podido tener hijos”.  Estos argumentos no solo son misóginos sino fundamentalmente descontextualizados.

Lo que Emma vivió debe ser ubicado en la Quetzaltenango de 1981, cuando el siniestro Ejército  y  la Guardia de Hacienda controlaban con terror y sangre absolutamente toda la ciudad.  Emma no fue la única llevada a la Zona 17-15, cientos de jóvenes fueron llevados violentamente y nunca salieron, sus familias aún los buscan.

¿En ese contexto cómo demandar hoy, que médicos nacionales la evaluaran después de su escape? ¡Si hasta uno de los prestigiosos médicos que vivía frente a la 17-15 salió huyendo porque era perseguido!
Fuente: [https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/03/10/la-defensa-del-coronel-francisco-luis-gordillo/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Irma Alicia Velásquez Nimatuj