Ignacio Ross Proromant
INTRODUCCIÓN
Desde su aparición en 1949, la novela Hombres de Maíz, del guatemalteco Miguel Ángel Asturias, fue enjuiciada por la crítica académica como un texto confuso y difícil. Esto se debe en gran medida a que, en un inicio, los especialistas centraron su análisis en la impresión valórica y superficial de la trama más que en un estudio exhaustivo de las estructuras, temas y formas que conforman el texto. No obstante, y como señala Gerald Martin (“Destinos” 509), con la llegada del boom latinoamericano nuevas preocupaciones entraron en escena, siendo una de éstas la revalorización de referentes literarios que explicaran y sustentaran el nacimiento de la “nueva novela”. Desde este instante, la obra de Asturias se estudió bajo una nueva perspectiva que se esmeró por encontrar una línea interpretativa que fuera capaz de dotar de un sentido general a la obra y extrapolarlo a la realidad latinoamericana. Así, por ejemplo, las vivencias particulares de la comunidad indígena y el lirismo latente en la prosa fueron elementos que se asociaron con la realidad histórica que los lectores habitaban, abriendo debates que ponían en conflicto la relación de dependencia entre el Tercer Mundo y el Primer Mundo, o el valor de uso y el valor de cambio que adquirían ciertos objetos en una sociedad capitalista. Sin embargo, el propio Martin recalca que aquella interpretación holística de la novela no puede nacer ex nihilo, dada la compleja estructura de la obra, sino que es necesario “encontrar una clave analítica para someterla a cierta organización crítica” (“Génesis” 471). De esta forma, me inclino por utilizar el mito como unidad funcional en mi investigación, siendo el propósito principal de mi trabajo: analizar la construcción del mito en las comunidades indígenas representadas en la novela, para así, finalmente, descubrir el valor simbólico que cumple en la comunidad quiché, y por qué no, en las distintas sociedades latinoamericanas contemporáneas.
La elección del mito como concepto organizador de toda esta investigación no es una decisión azarosa de mi parte, sino más bien es el intento por otorgar una explicación fundamentada de por qué Asturias concebía que la finalidad de la novelística latinoamericana es la denuncia social1. En su trabajo, la articulación de una perspectiva crítica no significó un menoscabo a la palabra en función de la transmisión de un mensaje más directo; todo lo contrario, en las raíces mismas del lenguaje se encuentran los cimientos de su denuncia, y en la expresividad poética de su prosa la posibilidad de evocar un universo pretérito. Aquella intención de encausar su obra como manifiesto contra la injusticia, a la postre, se traduce en la representación literaria de un individuo latinoamericano expuesto a los daños colaterales de la modernidad, el cual se presenta como un sujeto subalterno constantemente dominado, explotado y abusado por las fuerzas imperiales. De esta manera, se puede establecer un paralelo entre el indígena representativo de las comunidades autóctonas mesoamericanas y el hombre moderno de las sociedades contemporáneas: ambos siendo receptáculos sobre los que opera con violencia una lógica colonial. En otras palabras, en Hombres de Maíz se muestra una perspectiva histórica única, cíclica y compartida por toda la masa despojada del progreso social. Para Asturias, el mito es uno de los cuantos instrumentos metodológicos con los que le es posible relacionar distintas eras en un mismo proyecto escritural; en esta investigación me encargaré de ver cómo lo hace.
A modo de hipótesis, propongo que en Hombres de Maíz el mito se construye como un espacio de resistencia a los procesos modernos en el inconsciente colectivo de las comunidades indígenas transculturadas. Asimismo, postulo que el sustrato mítico quiché presente en los personajes, y heredado de manera oral, permite articular de forma inconsciente distintas maneras de organización y valores pre-modernos que rivalizan con el carácter hegemónico de una sociedad europeizante. Para responder de modo efectivo a la pregunta de investigación, me apoyaré en tres objetivos específicos, siendo estos, a saber: 1) Analizar el concepto de mito en el contexto latinoamericano a partir de la crítica producida en este lugar, siendo pertinente este punto para realizar un contraste con la visión clásica de mito formulada en Europa y Norte América e identificar las diferencias en su funcionamiento y concepción ontológica; 2) analizar la manifestación de una cosmovisión mítica en la dimensión estética de la obra, viendo en detalle las técnicas y recursos literarios que el autor utiliza para acercar su escritura a las fuentes mayas; y por último, 3) estudiar la manifestación de una cosmovisión mítica en los personajes a partir de su oralidad y producción discursiva, indagando escrupulosamente en similitudes temáticas que puedan aludir a ritos, leyendas o deidades de la cultura indígena referida. Cada uno de los capítulos de esta tesis tratará respectivamente sobre cada uno de estos objetivos.
Cabe destacar, que en cuanto al mito se refiere, en esta investigación me distancio de una acepción esencialista que interprete su manifestación solamente como la recuperación de los orígenes y los valores fundamentales de la cultura quiché. En cambio, me decanto por entenderlo más bien como un elemento dinámico que adquiere su significación en el contexto de enunciación, teniendo así la función del mito un carácter de “transculturada” y cumpliendo, por lo tanto, un cometido simbólico y político pero de manera actualizada, es decir, la recuperación del sustrato mítico no es total y se ve determinada por los condicionantes culturales en que se define la comunidad indígena. Asimismo, echaré mano de una serie de conceptos teóricos que ayudarán a dilucidar mi objeto de estudio y precisar mi enfoque. Por una parte pienso utilizar el término formulado por Fernando Ortiz y posteriormente trabajado por Ángel Rama de “transculturación”, el cual será útil para explicar y definir a la comunidad indígena con la que trabajo, así como para explicar la forma en que interactúan las culturas locales con las culturas foráneas y entender los mecanismos que llevan a un proceso de transformación donde la cultura subordinada integra elementos de la cultura dominante pero también mantiene elementos de la suya. Por otra parte, usaré el concepto creado por Raymond Williams en el libro Marxismo y Literatura “estructura del sentimiento” para explicar cómo el mito se construye como una respuesta contrahegemónica ante la cultura dominante pero no constituye un eje pragmático y consciente de resistencia política, utilizando este concepto para evidenciar cómo se generan sentires comunes y compartidos en el inconsciente colectivo que, sin embargo, no llegan a articularse en la comunidad como un proyecto definido. En Hombres de Maíz, por ejemplo, la cosmología maya también reclamará un espacio del cual ha sido desprovista, lo que sucede a través de la manifestación involuntaria que tienen los distintos personajes de un orden teleológico nativo que rivaliza con el del mundo moderno.
No quisiera cerrar este exordio sin antes mencionar un par de datos que ayuden a situar la lectura de esta investigación para quien no esté mayormente familiarizado con la obra de Asturias y su contexto de producción. Como primer punto, la trama de Hombres de Maíz parece tratar sobre el levantamiento de un cacicazgo contra los maiceros que explotan indiscriminadamente la tierra. Esto, no obstante, sólo es el hecho que da pie al argumento que se encuentra latente en todos los capítulos: el conflicto que significa la irrupción de un mundo ladino-occidental en el espacio que debiera ser correspondiente a la cultura autóctona y, asimismo, cómo la consolidación de éste en las esferas de poder implica una crisis religiosa, social y cultural para los grupos indígenas. Además, vale la pena destacar que la novela no ofrece una perspectiva lineal, cronológica y unitaria de la acción; sino que más bien existirá una fragmentación episódica, en donde cada capítulo contará la experiencia personal de un grupo de personajes y, por consecuencia, indagará en una faceta o modo de realización particular de la episteme occidental en el territorio latinoamericano. Por otra parte, el texto busca emular un tiempo histórico específico (fines del siglo XIX – comienzos del siglo XX), el cual, en lo que a Guatemala concierne, se caracteriza por ser un periodo en donde los indios eran desconocidos por las políticas estatales y, también, una época que vivía el boom de la exportación cafetalera (Liano 544). Esto se tradujo en la instauración de un orden semifeudal en los sectores agrícolas, pues la tenencia de la tierra pasó—violentamente— a manos del capital, y los indios fueron obligados a cumplir funciones de mano de obra a través de artilugios legales (546). En definitiva, Hombres de Maíz también puede ser entendido como un manifiesto que denuncia los abusos sobre los que se consolida un régimen liberal que se autocataloga como democrático y garante de los derechos fundamentales del hombre. Asturias, con su escritura, opta no tan sólo por reivindicar al indio como figura histórica contingente, sino que igualmente, apunta a restaurar la dignidad de todos los sujetos explotados sistemáticamente y olvidados por la historiografía oficial.
1 Véase, por ejemplo, el discurso que elaboró para la recepción del Premio Nobel: “Si escribes novela sólo para
distraer, ¡quémala!” (Asturias “La novela latinoamericana” sp).
El documento completo de la Tesis lo puedes encontrar dando click aquí.
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