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¡Justicia! Frente al asesinato de Berta Cáceres

Berta tenía medidas cautelares ordenadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos que fueron incumplidas por el Estado.

Irmalicia Velásquez Nimatuj

No hay palabras capaces de expresar la consternación, el dolor y la profunda impotencia que nos embarga a las mujeres y a los hombres de los pueblos indígenas que estamos conscientes de que libramos una lucha desigual frente al insaciable sistema económico mundial, que es administrado por un puñado de transnacionales y cuya insaciable ambición e intereses son los que ahora nos arrancan a nuestra hermana lenca Berta Cáceres, quien fue asesinada a balazos la madrugada del 3 de marzo en su residencia.

Berta fue una mujer que inspiraba y movía nuestra mente y corazón cada vez que hablaba, porque no solo lo hacía con pasión, espontaneidad sino sobre todo con conocimiento basado en su propia experiencia de ser una heredera del Pueblo Lenca, cuya cultura ha sido permanente negada y minimizada por el Estado hondureño y sus elites que han tomado ese país y sus recursos naturales para convertirlos en simples mercancías que colocan en el mercado internacional para que transformadas obtengan la mayor ganancia que termina apiñada en pocas manos, mientras, las poblaciones indígenas desde las y los niños hasta los ancianos agonizan de enfermedades y deambulan ante el hambre después de ser desterrados de las tierras que les han garantizado la soberanía alimentaria.

Berta tenía medidas cautelares ordenadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos por las continuas amenazas a su vida pero estas fueron incumplidas por el Estado, que es el que ahora debe responder por este crimen que no quedará impune.

Querida Berta, hace 11 meses, al recibir el premio Goldan, sin avizorar tu partida nos recordaste que “somos seres surgidos de la tierra” y a esa tierra has vuelto, la que te permitió nacer, la que te cobijó, la que te hizo tomar conciencia de su destrucción y la que defendiste frente a los funcionarios corruptos de Honduras, frente a las élites extractivistas nacionales e internacionales y a la que entregaste tus mejores esfuerzos, tu intelecto y tu vida. Hoy vuelves a la tierra desde donde tú y el resto de hermanos asesinados renacerán en miles de conciencias y voces alrededor del mundo.

Berta tenía medidas cautelares ordenadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos por las continuas amenazas a su vida pero estas fueron incumplidas por el Estado, que es el que ahora debe responder por este crimen que no quedará impune.

Fuente: elPeriódico [http://elperiodico.com.gt/2016/03/05/opinion/justicia-frente-al-asesinato-de-berta-caceres/]

Irma Alicia Velásquez Nimatuj