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Carlos López

Ante la falta de argumentos e ideas, la fétida comentocracia que aspira a tener influencia en las elecciones del próximo domingo 16 de junio en Guatemala ataca a Thelma Cabrera hasta por un error de pronunciación cometido durante la entrevista que se le hizo en el programa Sin Filtro Electoral, de Prensa Libre (https://www.youtube.com/watch?v=MnQ_JFahuJw&fbclid=IwAR0h9SMiI7zGlfmdiVk9WzT758NqvQuvqLRANXeUZTIje4dTRj1Uxstd13M). La cacoepía de la que se le acusa es haiga por haya. En el minuto 17: 30 de dicha entrevista, uno de los momentos más álgidos por las ideas que la candidata del Movimiento para la Liberación de los Pueblos (mlp) expuso, afirmó acerca de la unidad en el país: «Cuando hablamos de asamblea constituyente popular y plurinacional, eso llevará un proceso para llegar al diálogo con empresarios, pero no sólo ahora por las elecciones, porque es una agenda que ha venido dándose desde hace muchos años. Los empresarios que no están cumpliendo con lo establecido [la candidata se refiere a la evasión fiscal por parte de los grandes empresarios] entiendo que sí tendrán diferencias. La idea es que haiga una armonía, que haiga igualdad de derechos, porque los pueblos merecemos también tener una vida digna, tener salud, educación, para poder minimizar la violencia que hoy se ha ido disparando para arriba, la emigración, la desintegración familiar. Si contribuimos los sectores para minimizar esto, podemos alcanzar a vivir en armonía».

Los burlistas omiten estas ideas —que ningún otro candidato ha planteado, porque no tienen ni idea del país que pretenden gobernar— con la intención de banalizar las teorías y propuestas de una candidata con pensamiento original, omniabarcante, novedoso. Thelma proviene del área rural, es campesina pobre, de la etnia mam, pero no por eso asume una línea indigenista en su lucha. Ella quiere que mayas, xincas, garífunas y mestizos tengan un gobierno bueno, que persiga el bien común. Y lo dice de manera franca.

Thelma es hablante de un idioma extranjero, pero se expresa mejor que muchos de quienes la atacan. Quienes la interrogaron y por momentos cuestionaron en Sin Filtro Electoral cometieron algunos errores; el conductor del programa pronunció fluído por fluido, por ejemplo. Los errores y erratas que ella y millones (incluidos los demás candidatos y calumnistas de la prensa) cometemos todos los días tiene una probable explicación en el deficiente sistema educativo que nos tocó. Según las estadísticas, Guatemala ocupa el penúltimo lugar de América Latina en analfabetismo, sólo detrás de Haití, con el 20% de tasa general, y el lugar 130 en el mundo (https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Pa%C3%ADses_por_tasa_de_alfabetizaci%C3%B3n#cite_note-indexmundi-6).

En Sin Filtro Electoral Thelma respondió de manera ecuánime, sencilla, directa, honesta, lo que le dio un tono elegante a sus propuestas, excepto por la repetición de la muletilla «en este caso», que fatiga al oyente, pero que no es pecado mortal. Tampoco lo que hacen los otros candidatos a la Presidencia de Guatemala, que dan pena no sólo porque emplean muletillas, sino por la repetición hueca, desarticulada, altisonante, mentirosa, maniquea de sus falacias que venden como propuestas de campaña.

La diferencia entre la candidata del mlp y los otros no sólo es de fondo sino de forma. Da gusto oír las palabras sinceras de Thelma. El sonsonete de los demás se oye impostado.

Respecto del título que da pie a estos apuntes, la noche del domingo 2 de julio de 2006, Felipe Calderón, consciente de que había cometido el fraude más escandaloso de todos los tiempos en México y tal vez en todo el continente, afirmó, orondo: «Haiga sido como haiga sido, gané» (https://www.youtube.com/watch?v=M5N3GuLXRF8). La comentocracia mexicana se vio tibia en sus críticas al fascista que hoy pretende formar un nuevo partido político, pues había ganado su candidato.

Los críticos de Thelma bien harían en investigar un poco en vez de negar la voz haiga. La Real Academia Española acepta dicha acepción en el Diccionario de la lengua española como sustantivo equivalente de auto ostentoso o para definir un tipo de arte pictórico japonés. La primera definición es un españolismo originado en la forma como los ricos analfabetos pedían que les vendieran un carro; «el más grande que haiga», decían. De ahí quedó la costumbre de «comprarse un haiga», que dice la rae es un auto de origen estadunidense; la manera de referirse a él «normalmente se emplea con valor irónico» (http://www.wikilengua.org/index.php/haiga).  

Concepción Company, maestra emérita del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, señala que haya y haiga son expresiones correctas; depende del ambiente donde se digan: es más común oír haya en la ciudad, por lo que es disonante si se dice haiga en ese contexto (https://www.eluniversal.com.mx/articulo/cultura/letras/2017/04/13/haya-o-haiga-preguntan-la-academia-mexicana-de-la-lengua). 

No obstante, Ana María Díaz Collazos aporta un dato interesantísimo al respecto: «Estudios lingüísticos muestran que haiga se usa en todo el mundo hispanohablante, sobre todo en sectores rurales. Sin embargo, lo más sorprendente es la investigación que hicieron Mary Johnson y Sonia Barnes en Ciudad de México. Encontraron una frecuencia de uso del 36.4% de haiga versus haya, lo que es bastante más de lo que se esperaba en un sector urbano. Y demuestra que haiga sí existe.

«Lo que pasa es que ese porcentaje que dice haiga forma parte de un sector marginado y despreciado por la sociedad, la gente con menor poder adquisitivo. Ése es todo el problema que tiene: que haiga es una conjugación propia de la clase menos favorecida, y de ahí que la elite intelectual condene su uso. La historia de haiga nos dice que no siempre fue ésta su situación. La forma haiga se usó con toda naturalidad entre personas escolarizadas, cultas y educadas hasta el siglo xviii. Mi propia investigación en documentos históricos muestra que autoridades administrativas y judiciales de todo el continente americano escribían haiga sin problema. En todo caso, hay que reconocer que siempre fue más común en lo escrito la conjugación haya.

«Si nos vamos al latín hablado, encontramos que incluso haya se derivó de una pronunciación informal.  Haya proviene del subjuntivo habea, que pasó a haea y de ahí a haia, por esa tendencia que todavía existe a convertir la e en i entre vocales, como ocurre con pelear y peliar. Pero esas tres vocales juntas en haia resultaban muy raras para el hablante de la edad media temprana, época intermedia entre el latín tardío y el surgimiento del castellano. Así que el hablante medieval empleó dos estrategias para pronunciar haia: una fue introducir la consonante y en haya, y otra, la consonante g, que dio haiga. Es como cuando se dice yerba para hierba, o güevo para huevo. A pesar de todo, sigue siendo un misterio si esta g surgió simplemente de la pronunciación o de un intercambio de conjugaciones con verbos como traer, caer y oír. Nótese que tra-iga, ca-iga y o-iga tienen la misma terminación que ha-iga. De hecho, existieron también traya, caya y oya en español, como el moderno haya, pero traya sobrevivió sólo hasta el siglo xviii según mi búsqueda en documentos históricos.

«El hecho es que haiga fue normal hasta el siglo xviii, y sólo en el siglo xix fue cuando empezó a considerarse un error, tal vez por la mayor popularidad que ya tenía haya entre las elites intelectuales. Haiga ha sobrevivido por continuidad con la tradición colonial en comunidades marginadas de las tendencias culturales de la elite. Las personas lo dicen, no por error, sino porque así aprendieron a hablar de sus padres y abuelos. Haiga es una conjugación no estándar de haber. Decir que es un “error ortográfico” o que “no existe” es más equivocado que decir haiga» (http://bloglenguaencolombia.blogspot.com/2017/01/haiga.html).

La gente que critica a Thelma por esta falta de ortoepía no tiene calidad moral. Subidos en su pedestal de adobe, desde una falsa superioridad intelectual, muchos sólo evidencian su odio racista. Les duele el modo de ser de la candidata del pueblo. El domingo es un buen día para demostrarles con el voto masivo a favor del mlp que la razón se impone sobre los alegatos desafortunados, infundados, oportunistas.

Carlos López