Ayúdanos a compartir

Hacia un país de clase media

Mario Roberto Morales

Pequeñoburgueses y asalariados: ¡uníos!

Las capas medias son los estratos asalariados que trabajan en el sector de servicios, no en el de la producción de mercancías. Los productores asalariados de mercancías son el proletariado. Las capas medias son vastas, pues comprenden desde el médico especialista o el gerente de un monopolio nacional o transnacional, hasta el conserje del hospital o el mensajero del negocio, pasando por toda suerte de profesionales y empleados. El conjunto total de las capas medias conforma la clase media: un grupo que aspira a vivir como la burguesía y la oligarquía, a las que tiene de modelo.

La clase media –ese amplísimo conglomerado que brinda servicios a cambio de un salario– está en constante relación con la pequeña y la gran burguesía, es decir, con los propietarios de la pequeña y mediana empresa (en el primer caso) y de la gran empresa (en el segundo), porque son estos propietarios los que pagan su salario a cambio de servicios secretariales, gerenciales, jurídicos, médicos, comerciales, publicitarios, de seguridad y demás.

Es obvio que en la medida en que haya más pequeña y mediana empresa, habrá más asalariados, y la clase media se expandirá paulatinamente. Pero si una oligarquía de poco más de una veintena de familias impide la expansión de la pequeña y mediana empresa negando la igualdad de oportunidades (los créditos por medio de los intereses leoninos de su banca oligárquica), la libre competencia (haciendo quebrar a los pequeños y medianos emprendedores implementando prácticas mercantilistas con un Estado corrupto) y consolidando el poder omnímodo de los monopolios, la clase media no sólo no crecerá, sino que se empobrecerá rápidamente convirtiéndose en un populacho tan frustrado como el proletariado (el cual languidece en una economía oligárquica que basa su prosperidad en las rentas de las acciones de las transnacionales y no en la producción de mercancías ni en el estímulo de un mercado interno para que esas mercancías se consuman).

La depauperación de la clase media es fuente de conflictividad social. Porque una clase media amplia y en constante expansión, hace que un país llegue a tener una minoría de pobres y otra de ricos, mientras su mayoría es de clase media. Y esta mayoría es la base concreta de la estabilidad social, ya que cuando la mayoría tiene trabajo y perspectivas de ascenso social, la protesta y la violencia política e ideológica no encuentran sustento factual. Es, pues, necesario, ambicionar ser un país de clase media mayoritaria. Pero para que eso sea posible en la práctica, es necesaria una política oficial de apoyo a la expansión de la pequeña y mediana empresa, a fin de que a mayor número de pequeños y medianos propietarios (es decir, a mayor cantidad de pequeñoburgueses) haya cada vez más y más asalariados, los cuales se transformarán en más y más consumidores.

Unido a esto, la clase media debe tener acceso ilimitado a la educación y la salud públicas, así como a los servicios básicos brindados por un Estado liberal que se constituya en garante de la libertad económica (es decir, de la igualdad de oportunidades, la libre competencia y el control de monopolios).

Para lograr esto hace falta que la pequeña burguesía y la clase media superen la ideología oligárquica (que no es la suya ni conviene a sus ambiciones) y que funden un partido político que enarbole la bandera de sus intereses materiales.

La depauperación de la clase media es fuente de conflictividad social. Porque una clase media amplia y en constante expansión, hace que un país llegue a tener una minoría de pobres y otra de ricos, mientras su mayoría es de clase media. Y esta mayoría es la base concreta de la estabilidad social, ya que cuando la mayoría tiene trabajo y perspectivas de ascenso social, la protesta y la violencia política e ideológica no encuentran sustento factual.
Mario Roberto Morales
Últimas entradas de Mario Roberto Morales (ver todo)