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Guatemala negligente

Danilo Santos
desantos.salazar@gmail.com

Los que alegan negligencia de la madre del niño fallecido en las afueras del Centro de Salud de la zona 6 en Cipresales, incluso presentando el historial clínico de Maycol David, se equivocan crasa y grotescamente. De hecho, esa evidencia pone al descubierto el desprecio del Estado por la vida de los guatemaltecos. Desde que el niño tenía 2 meses se detectaron problemas con el crecimiento, posteriormente con desnutrición y peso, pues bien, ocho meses después, luego de evaluar nuevamente el caso y si las condiciones eran de vida o muerte, dárselo de vuelta a la madre para que lo llevara de urgencia a un Hospital, es para mí, la negligencia.

Los artículos uno y dos de la Constitución Política de la República hablan entre otras cosas de proteger a la persona y a la familia, y dejan claro que es DEBER del Estado garantizarle a los habitantes de la República, la vida.… El papel del Estado no puede ser tan pasivo e indolente. El desprecio total por los más desfavorecidos, la falta de empatía y la justificación, dan cuenta de la barbarie en el que nos encontramos.

El contraste entre la vida de un bebé y un vulgar partido de futbol es dramático cuando el primero muere por falta de una acción decidida del Sistema de Salud, y el segundo tiene todo el apoyo: aunque ganar o perder cualquier partido no sirva absolutamente de nada para aliviar de manera objetiva, ninguna de las carencias de los guatemaltecos, especialmente de los más necesitados.

El gobierno debe dejar ya de buscar “gags” y los mejores ángulos para sus ademanes falsarios, no siempre habrá tonterías que decir o periodistas deportivos internacionales con razón pero falta de tacto. La vida se protege con mucho trabajo, inversión y seriedad; no con justificaciones estúpidas e irresponsables.

En 2016 han muerto siete niños por desnutrición aguda, 158 el año pasado, 165 niños muertos por esta desatención a los más vulnerables en los últimos 15 meses: esos son los problemas que hay que resolver, no si un futbolista tiene cómo viajar a un partido de futbol. Guatemaltecos, dejemos de poner atención a naderías y seamos responsables de nuestros gobiernos y Estado.

El contraste entre la vida de un bebé y un vulgar partido de futbol es dramático cuando el primero muere por falta de una acción decidida del Sistema de Salud, y el segundo tiene todo el apoyo: aunque ganar o perder cualquier partido no sirva absolutamente de nada para aliviar de manera objetiva, ninguna de las carencias de los guatemaltecos, especialmente de los más necesitados.

Fuente: Siglo21 [http://www.s21.com.gt/itaca/2016/04/01/guatemala-negligente]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Danilo Santos Salazar