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Y van desde candidatas a la presidencia, pasando por ministras, juezas y las más visibles han sido las congresistas quienes con sus actos han contribuido a polvorizar las instituciones.

Irma A. Velásquez Nimatuj

Mientras se sostienen las investigaciones de la FECI los datos que arrojan solo fortalecen el argumento que el Congreso sigue operando a favor de las redes lícitas e ilícitas que han controlado y ordeñado al Estado. Y en este escenario una de las presencias que la justicia corrobora es el rol de funcionarias que han llegado a puestos públicos para usar su fuerza y su agencia en contra de las mayorías que dicen representar.

El caso paradigmático de funcionarias que han asaltado al erario es Roxana Baldetti y antes, pero, sobre todo, después de ella el campo se amplió, en parte por las investigaciones que realizó la CICIG. Y van desde candidatas a la presidencia, pasando por ministras, juezas y las más visibles han sido las congresistas quienes con sus actos han contribuido a polvorizar las instituciones.

Ahora con el recién estrenado Congreso, los pueblos están frente a un nuevo ritual funerario en donde buena parte de las mujeres funcionarias, en un golpe errático, al caérseles las máscaras están mostrando sus verdaderas agendas, las cuales están de lado de la extinción de la esperanza, mientras ellas trabajan por seguir en la posición de ascensionistas.

Así se leen las voces de las diputadas Sofía Hernández del partido UCN, Primera Vicepresidenta del Congreso, que representa a uno de los departamentos más inequitativos, Huehuetenango y de Helen Ajcip Canel, del partido VIVA, quien, según publicaciones de prensa durante la campaña electoral del 2019, nunca usó sus apellidos –aspecto que ejemplifica cómo ella ha internalizado el racismo– y así ganó una diputación por el distrito central. Ambas diputadas, son integrantes del pacto de corruptos, lo cual se evidencia con sus desempeños y luego que han salido a luz las reuniones que han mantenido con Gustavo Alejos que negocia la elección de Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y Corte de Apelaciones.

La justificación de Hernández y Ajcip es que son “amigas” de Alejos: “¿Y en qué momento se conoce al amigo? que más que en la enfermedad” (Prensa Libre 20.02.2020) Ambas, no solo hacen el ridículo mintiendo sino, además, terminan validando el hecho que un cuerpo de mujer no garantiza una conciencia social de mujer.

Fuente: [https://elperiodico.com.gt/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Irma Alicia Velásquez Nimatuj