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Fuerzas Armadas Campesinas

Las empresas trasnacionales están planteando que están en contra de la vida de los pueblos indígenas.

Irmalicia Velásquez Nimatuj

En los últimos días han circulado dos videos que argumentan provenir de las Fuerzas Armadas Campesinas, FAC, en donde el comandante Ramírez y el subcomandante Toledo expresan que se ven obligados a organizarse y salir públicamente ante la problemática que enfrentan las comunidades indígenas del norte del departamento de Huehuetenango, por empresas trasnacionales y nacionales que han tomado los ríos –que son considerados bienes comunitarios– para construir hidroeléctricas sin el consentimiento colectivo. Estas empresas, por un lado, mantienen divididas a las comunidades y en permanente conflictividad, y por el otro, están destruyendo recursos como el agua, montañas, árboles y alterando sus paisajes, manteniendo en agonía la vida de los seres humanos y de los pueblos.

Independientemente de si son videos “bien” grabados o si el acento es o no de la región, el tema de fondo es que estamos en una etapa en la que las empresas trasnacionales están planteando que están en contra de la vida de los pueblos indígenas, que son sembradoras de conflictividad, que están arrastrando a las comunidades a un límite y los están arrinconando por lo que es normal que se defiendan. ¿No harían lo mismo quienes viven en la zonas 10, 14 o 15 de la capital? Estas posiciones, entonces, son consecuencia de la ceguera del Estado y la ambición desmedida de las empresas.

Lo que vive Huehuetenango lo vive la mayoría de departamentos, están cansados de que sus demandas no encuentren eco, que sus solicitudes sean ignoradas por las instituciones, con el agravante de que sus líderes terminan asesinados, encarcelados o enredados en lentos e impagables procesos jurídicos. Ya se hartaron de que no se les respete como seres humanos que sienten, que tienen derechos y propuestas propias de desarrollo. Ya se cansaron de hacer uso de la Constitución, de apelar a los Acuerdos de Paz, al Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, al Código Municipal y a la Ley de Consejos de Desarrollo Urbano y Rural. Ahora exigen que se respete el Convenio 169 y los marcos internacionales, de no lograrlo no será extraño que apuesten por la autonomía, como la única vía para no morir.

Fuente: elPeriódico [http://elperiodico.com.gt/2016/04/02/opinion/fuerzas-armadas-campesinas/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

 

Irma Alicia Velásquez Nimatuj