Lucía Escobar
lucha libre
Me alegra ver cada vez más en la calle, en las redes sociales, en el transporte público a parejas del mismo sexo dándose la mano, expresando su amor y cariño ante el mundo. Es muy importante para las nuevas generaciones crecer libres de prejuicios y sin miedo a mostrar lo que realmente son. En países como el nuestro, donde el machismo abunda y los roles sociales y de género son casi una imposición legal, luchar por los derechos de la comunidad LGTBQI es una prioridad, y en muchos casos es cuestión de vida o muerte.
Los crímenes de odio suceden todos los días en esta capital “cosmopolita y moderna”. También el suicidio entre adolescentes que se sienten solos, pecadores y “anormales” por no caber en los roles binarios de hombre/macho y mujer/femenina. ¿Por qué a algunos les molesta tanto la libertad ajena? ¿En qué puede afectar a la familia convencional que se normalicen las familias diversas? Los derechos de la comunidad LGTBQI no pelean con los derechos de los heterosexuales. Su libertad no nos quita nada. Nadie nos obliga a probar lo que no queremos. El que se amen dos hombres o dos mujeres no nos debe afectar en lo absoluto.
En cambio lo contrario sí que es peligroso: como cuando los heterosexuales quieren imponer como única su forma de ser, como los únicos con derecho a casarse, tener hijos, adoptar, heredar, trabajar, entrar a una iglesia, etcétera… O cuando un grupo de personas con ínfulas de superioridad moral intentan cambiar las leyes y criminalizar el amor. Por eso No a la ley 5272.
En pleno 2019, en muchos países, aceptarse gay o lesbiana, puede acarrear consecuencias difíciles. A algunos los echan de su casa muy jóvenes, los expulsan de los trabajos o no los contratan. El rechazo laboral es una realidad que termina afectando todos los ámbitos en la vida de una persona. El derecho a la salud, a la identidad, a una vida libre de violencia no lo tienen asegurado los miembros de la comunidad LGTBQI.
El odio a la diversidad puede curarse y debe curarse. Nadie nace discriminando, excluyendo, rechazando. Son actitudes aprendidas y que en muchos casos vienen del miedo a lo diferente y a lo desconocido. Por eso son necesarios muchos espacios en donde se pueda platicar, difundir, aprender sobre el arcoíris inmenso de gustos, amores y deseos que crecen en la piel de cada quien.
En Guatemala, este mes se realizarán ciclos de cine, un club de lectura, fiestas, charlas y conversatorios. Además la ya famosa marcha que lleva 19 años haciéndose para visibilizar esta lucha. El Desfile de la Diversidad Sexual e Identidad de Género se celebra con el lema “Existo, Resisto, Celebro” y busca visibilizar a lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersexuales, queers y todo aquel ser no binario. Se realizará este sábado 20 de julio, saliendo de Plaza de la República en zona 4 a las 14:00 horas.
Si te sentís solx, diferente, excluidx, debés saber que hay cientos, miles como vos.
Resistí y celebrá tu existencia.
Fuente: [https://elperiodico.com.gt]
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