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Estulticia nacional

Danilo Santos
desantos.salazar@gmail.com

La Consulta Popular para someter o no ante la Corte Internacional de Justicia el diferendo territorial con Belice, tuvo resultados reveladores. El padrón electoral da cuenta de poco más de siete millones y medio de guatemaltecos registrados para votar, de estos, el veintiséis por ciento asistió a emitir su opinión. Un millón setecientos ochenta mil quinientos treinta votaron por el “Sí” y setenta y seis mil seiscientos dos votaron por el “No”.

En las elecciones 2015 el porcentaje de votantes fue de 56.32% y en la Consulta Popular 2018 fue de 26.65%. Es decir, no asistió a votar el 29.67% de los votantes de las elecciones generales.

Jimmy Morales ganó la Presidencia con dos millones setecientos cincuenta mil ochocientos cuarenta y siete votos; 970,317 votos más que lo logrado en la cifra que da por ganador el “Sí” en la Consulta Popular.

No podemos de ninguna manera afirmar que quienes asistieron a votar en la recién pasada consulta popular son los mismos que votaron por Jimmy Morales, son dos eventos con motivaciones completamente distintas. Sin embargo, sí podemos afirmar que los 300 millones de quetzales invertidos, pagaron un laboratorio sobre conexión con las emociones del electorado y los mensajes clave que lo permiten.

Ahora, hay un mapa inequívoco sobre dónde están los electores que conectan con el discurso patriotero más vulgar, o la genuina preocupación por la política internacional y los conflictos sociales que el diferendo territorial con Belice ha causado a través de la historia. Como sea, si nos ponemos a sumar de manera simple, el conservadurismo político guatemalteco cuenta ya con la base de información necesaria para iniciar su trabajo de campaña 2019.

La defensa de la patria no es una cosa de risa para los conservadores, es serio y ahora tienen la evidencia que les permitirá montar su campaña en la próxima elección.

El mensaje para el restante veintinueve por ciento de votantes, saldrá de la decisión del presidente Morales sobe el nuevo Fiscal del Ministerio Público y la aprobación o no de las reformas al Código Penal en materia de financiamiento ilícito electoral.

Ese eslogan de que los buenos somos más, se ve atropellado con los resultados, al parecer los más somos los embrutecidos por el discurso dominante de “la corrupción es normal”, “Belice es nuestro”, “hay que defender la patria” y, “que el hombre no deshaga lo que Dios ha hecho”.

A todo esto, cuál es el porcentaje de población dispuesta a luchar contra la corrupción en Guatemala. En sus municipios y departamentos. Cuántos están dispuestos a no votar por la misma clase política, es decir; por los violentos, corruptos y abusivos diputados y diputadas distritales. Por candidatos y candidatas presidenciales que llegarán con el discurso de defender la soberanía y poner a Dios sobre todas las cosas. No es acaso lo que siempre han dicho y no es acaso lo que no ha dado resultados positivos para la población, pero si para militares, empresarios y políticos. Por qué creen que la Embajada ya no aguanta la relación con esta camarilla. Por qué creen que fue necesaria una Comisión Contra la Impunidad en Guatemala.

Es lamentable decirlo, pero la estulticia nacional nos deja a merced del conservadurismo y de abonar a las altísimas probabilidades de gobernar Guatemala el próximo 2020 – 2023. Total, la oligarquía empresarial ya pidió disculpas y en el Congreso ya están preparándose para un nuevo periodo electoral.

Fuente: [http://lahora.gt/estulticia-nacional/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Danilo Santos Salazar