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Esa flor

Oxwell L’bu

Esa flor no la sembré yo, fue una dádiva del cielo… La encontré en medio de mis soledades, pequeña y frágil, sencilla como la hierba, era una flor solitaria entre la maleza silvestre. No fui yo quien la sembró, pero sí quien la cuidó, la regué con ternura, la cuidé con amor, pues esa flor era un diamante, un diamante que nadie miró, yo la pulí hasta que brilló como un estrella.

Oxwell L’bu Copyright © 2017