Ayúdanos a compartir

Para nada me ofendes.

Sé que soy un indígena nacido en bosques dé Tinimit rech Chuisiguan.

Si piensas que me has ofendido.

Las miles de veces que me has dicho indio asqueroso.

Te equivocaste.

Te equivocaste.

Cómo Tecun Umán se equivocó.

Al pensar que matando el caballo.

Moriría Pedro de Alvarado.

No, no me ofendes.

Al contrario las veces que me gritaste indio asqueroso.

Me hicieron sentirme orgulloso.

De llevar en mis venas aquella sangre que se derramó en las riberas del río Xequijel.

Por defender tierras de nuestros pueblos mayas ki’che’.

No, no me ofendes.

En mí rostro llevo rastros del rostro de Tecun Umán.

Para nada me ofendes.

Si piensas que me has ofendido.

Las miles de veces que me has gritado indio analfabeto.

Te equivocaste.

Te equivocaste.

Como Pedro de Alvarado se equivocó.

Al pensar que matando a Tecun Umán.

Íbamos a ser sus esclavos para siempre.

Te equivocaste.

No, no me ofendes.

Al contrario las veces que me dijiste indio analfabeto.

A pesar que a tus padres no les gusta la idea.

Que nosotros los indio como tú nos llamas.

Aprendamos a leer y escribir.

Por eso tú padre no autorizan más escuela diversificada y menos van autorizar una extensión de universidad de San Carlos en cada pueblo maya ki’che’.

No, para nada me ofendes

Al contrario me hace sentirme orgulloso.

Que sin saber leer y escribir.

Mis antepasados mayas ki’che’s.

Construyeron su propia escritura, construyeron su propia numeración, construyeron eternas calles y edificios.

Mientras tus padres construyeron carreteras y edificios con un valor que me hace pensar que son carreteras, puentes y edificios chapeados con oro.

Pero no, son carreteras, puentes y edificios de papel. Que con dos fuerte lluvias y con dos temblores se destruyen.

Para nada me ofendes.

Sé que soy un indígena campesino.

Si piensas que me has ofendido.

Las veces que me dijiste indio campesino.

Te equivocaste.

Te equivocaste.

Cómo te equivocaste.

Al llevar a la fuerza a mis hermanos mayas ki’che’s.

A formar parte del ejército y de las guerrillas guatemaltecas.

Para que se matarán entre ellos mismos.

Solo para que tus abuelos, tus padres y tú.

Se quedarán con el oro.

Que producen nuestros fértiles bosques mayas ki’che’s.

No, no me ofendes.

Al contrario las veces que me gritaste indio campesino.

Me hicieron sentirme orgulloso.

De ser hijo de un indígena maya ki’che’.

Un indígena que presenta en el altar maya de Belejeptzi, sus ofrendas, presenta sus velas e inciensos.

Ante el ajaw del universo.

Cómo muestra de agradecimiento por las lluvias, por el sol, por los frutos de las cosechas.

De sus campos, de sus bosques y sus valles.

Mientras tus padres con sus inventos contaminan y destruyen el universo.

Para nada me ofendes.

Sé que soy nacido en los bosques de Tinimit rech Chuisiguan.

Si piensas que me has ofendido.

Las miles de veces que me dijiste indio baboso.

Te equivocaste.

Te equivocaste.

Cómo mis antepasados se equivocaron.

Al pagar con oro.

Unos simples espejitos que trajo Pedro de Alvarado.

No, no me ofendes.

Al contrario las veces que me gritaste indio baboso.

Traje un billete de doscientos quetzales, unas láminas y una bolsa de alimentos; si votas por mí.

Te equivocaste.

Te equivocaste.

También al decirme indio baboso.

Convénceme a tu familia y a tus vecinos; para que voten por mí.

 Y te doy trabajo en la municipalidad o  en el gobierno si votan por mí.

Te equivocaste.

Te equivocaste.

Cómo nosotros nos equivocamos.

Al regalarle nuestro voto.

A un payaso.

Un payaso que en vez de sacarnos una sonrisa.

Solo sirvió para causó más tristeza y dolor.

Al dejar carreteras con piscina, al dejar centros de salud y hospitales de todo el país.

Sin asistencia y sin medicinas.

Un payaso que en vez de darnos un momento de paz o un momento de carcajadas.

Solo sirvió para causar más hambruna, más muertes y más dolor.

Al dejar que los mineros exploten nuestro valles y montañas.

Llevándose nuestro oro.

Dejándonos ríos secos y contaminados.

Dejándonos niños y ancianos enfermos de enfermedades que no conocíamos.

Dejándonos montes, valles secos y rajados.

También la Palma Africana  está dejándonos pozos secos,  está dejándonos sin manantiales y sin cosechas a nuestros pueblos mayas Ki’che’s.

Las minerías y la siembra de palma africana en todo el país.

Está haciendo que nuestros pueblos mayas Ki’che’s mueran de hambre y de sed.

No, no para nada me ofendes.

Hoy ya no somos esclavos de nadie.

Por favor vuelve a equivocarte.

Y verás, de que si somos capaces de defender nuestros bosques y montañas.

Con nuestras propias vidas.

Atte. Él indio maya ki’che’.
FLOMIZ/JUAMAT.
0606-2019

Posdata/ Esperamos tus regalitos en las puertas de nuestras casas.
Verás que sí, recibimos tus regalos.
Pero nuestro voto no será para ti.
Ya dejamos de ser esclavos de tus regalos.
Hoy somos mayas ki’che’s pensantes.
A estas horas ya analizando por quién votar.