Ayúdanos a compartir

Irmalicia Velásquez Nimatuj

Zury Maité Ríos Sosa fue nuevamente proclamada como candidata a la presidencia en un hotel capitalino. Vestida de blanco, intentó vender una imagen de pureza que borre las atrocidades que ha heredado de su padre, quien fue condenado por genocidio y delitos de lesa humanidad contra el Pueblo Ixil, en mayo de 2013, de su hermano Enrique por desfalco millonario al Ministerio de la Defensa y de su sobrino Juan Carlos, condenado por racismo contra Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, cuando fue atacada bestialmente en la Corte de Constitucionalidad en 2003.

Por eso, a Zury no le fue suficiente vestirse de blanco, además, acarreó, como estampa de la Colonia a ixiles, como lo hizo el CACIF en mayo de 2013, cuando en conferencia obligó a la Corte de Constitucionalidad a que anulara el juicio contra Ríos Montt. Allí también necesitaron ixiles –a quienes pusieron por estrategia– detrás de la cúpula del CACIF.

En la soledad ha de ser difícil, para Zury, cargar con las aterradoras evidencias que muestran los delitos que su padre cometió y que están documentadas para la memoria y la historia universal, por eso, recurrió a que le pusieran un huipil, un corte y que una faja, alrededor de su cintura, sostuviera las prendas, como queriendo fijar la escena para gritarle al mundo que los descendientes de los ixiles, que su padre eliminó, son sus amigos.

Escena ofensiva que materializa las desiguales relaciones de poder que existen entre el pueblo ladino y los pueblos indígenas. Imagen grotesca que muestra que vestirse de “indita” es parte de “las alegres elecciones”.
Al igual, la nominación vicepresidencial de Roberto Molina Barreto es su pago, porque junto con los magistrados de la Corte de Constitucionalidad Alejandro Maldonado Aguirre y Héctor Pérez Aguilera –cual servidores del CACIF– anularon la sentencia contra Ríos Montt por forma, no por fondo. Este es su premio por sus servicios.

Finalmente, es trágico observar, cómo algunos ixiles han internalizado la colonización, por eso, se sienten inferiores y actúan serviles, se humillan ante el CACIF, ante Zury y ante otros que los usan momentáneamente y cuando ya no los necesitan, ni de sirvientes los dejan.

Fuente: [https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/12/08/el-fantasma-del-genocidio-detras-de-zury-rios/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Irma Alicia Velásquez Nimatuj