Ayúdanos a compartir

El estallido social en Guatemala

Manuel Villacorta

Guatemala se orienta hacia un colapso irreversible. En muy pocos meses estaremos viviendo una de las etapas históricas más convulsas y trágicas de toda nuestra historia. Los elementos para hacer estallar una extraordinaria crisis social están dados. Solo es cuestión de tiempo. Advertirlo es obligación ineludible para todo cientista social que maneje con regular destreza y propiedad los indicadores políticos, socioeconómicos y el análisis de coyuntura. No se trata de impulsar teorías catastrofistas. Se trata de advertir lo ineludible para enfrentar lo próximo por vivir, a manera de que los efectos del estallido social no provoquen daños aún mayores.

Hay tres elementos en los cuales sostengo mi tesis: 1. El hambre del pueblo y la expansión de la pobreza. 2. La violencia, el crimen organizado y la debilidad del Estado. 3. El rechazo popular a un sistema político degenerado y corrupto. Estos tres elementos estrechamente relacionados serán la mezcla perfecta para que la sociedad guatemalteca explote en ira y se siembre la anarquía en todo el país. Y es cuestión de meses para que esto se produzca.

El hambre del pueblo y la expansión de la pobreza: en Guatemala nace un niño por minuto, casi mil quinientos al día. Niños que se suman a una población que ya alcanza los 17 millones. No hay alimento. Trabajo, escuelas ni atención médica para todos. Día a día, miles de familias de clase media caen en la pobreza. Pero quizá el centro medular de la crisis será el alza en los precios de los alimentos, todo el mundo padece ese fenómeno; ya se expresó claramente en cónclaves internacionales. “Nunca más comida barata para todos”. Por ejemplo, en muy pocas semanas estaremos presenciando los horrendos efectos que se habrán de producir en el llamado corredor seco, donde la escasez de alimentos y agua potable golpeará a cientos de miles de campesinos pobres. No hay a la fecha ningún plan de contingencia serio establecido por el gobierno para enfrentar esta crisis anunciada e inevitable.

Hay tres elementos en los cuales sostengo mi tesis: 1. El hambre del pueblo y la expansión de la pobreza. 2. La violencia, el crimen organizado y la debilidad del Estado. 3. El rechazo popular a un sistema político degenerado y corrupto.

La violencia, el crimen organizado y la debilidad del Estado: confirmado está que el poder público está debilitado. Tenemos un Estado desertor, el cual evadió sus responsabilidades. Los jueces son amedrentados. Turbas enfurecidas linchan a presuntos delincuentes mientras la Policía huye de la escena. En Guatemala no hay autoridad pública. La autoridad de facto ha sido usurpada por los criminales. Ciertamente, no es responsabilidad única del actual gobierno; la crisis viene desde 1986, cuando las autoridades civiles trocaron el autoritarismo militar por la corrupción y el clientelismo.

El rechazo popular a un sistema político degenerado: mientras el hambre y la violencia están golpeando sin piedad al pueblo, se suma a ello la frustración nacional respecto al carácter del sistema político nacional. El organismo Ejecutivo demuestra no poseer políticas públicas, mientras el Organismo legislativo se desprestigia día a día, hasta llegar a un estado jamás imaginado.

Pobreza, violencia y corrupción política, tres factores que exacerbados, cambiarán para siempre el carácter de nuestro país.

Fuente: [http://www.s21.gt/2016/04/estallido-social-en-guatemala/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Manuel R. Villacorta O.