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Esta entrevista a Mario René Matute fue publicada el 4 de mayo de 2001 en el diario mexicano La Jornada con motivo de la primera aparición de Palos de cielo. Consideramos apropiado incluirla aquí para mostrar el entorno ambiente que respiraba el autor hace 14 años y con motivo de la presentación de Palos de ciego en su segunda edición ya con Mario Matute de regreso en Guatemala.

El escritor y exiliado político aborda en su novela el universo de los invidentes

  • Palos de ciego obedece más a un afán terapéutico que literario: Matute
  • Por fortuna, cuando combatí la discriminación y el rechazo nunca lo hice solo, dice
  • Fue una suerte de aposento temporal donde empezó a fluir este relato, explica

CESAR GÜEMES

Palos de ciego

Normalista, universitario, catedrático, exiliado político y escritor, Mario René Matute decidió vivir en México luego de que las condiciones políticas en su país, Guatemala, se volvieron insostenibles para un militante primero democrático y luego de izquierda en la clandestinidad.

A lo largo de su estancia aquí se ha dedicado a escribir, que es lo suyo, y a estudiar la situación de las personas invidentes, grupo al que sin ambages pertenece y casi se diría que en él milita.

Matute ha dado a conocer su más reciente libro, Palos de ciego, publicado por Alfaguara, en el que desvela a partir de una estructura novelística, cómo es el mundo cuando la luz se lleva por dentro. El orbe de los invidentes, que es similar al del resto de los ciudadanos en cuanto al rejuego de las pasiones, tiene sus códigos y maneras singulares que él explora y explota en su nuevo trabajo.

Brechas contra la discriminación

-Parece que le ha tocado ir casi siempre a contracorriente: la discriminación o la falta de recursos tecnológicos para paliar la invidencia en países como los nuestros debió de resultarle un factor adverso extra.

-En el momento en que participé en todas aquellas experiencias que forman la continuidad de mi vida, ni siquiera advertí la significación que podía tener no para mí sino para la sociedad en su conjunto. Y por supuesto para el sector de personas con deficiencias físicas, y extendiéndolo un poco más allá a los discriminados del mundo. Actué de manera natural como aprendí en casa desde muy niño, sin percatarme que continuamente estuve abriendo brechas. Por ejemplo, ingresé a un colegio de niños videntes cuando apenas tenía seis años.

»Es decir, ya era yo lo que se llama un ciego legal, mantenía un mínimo de visión que me permitía captar imágenes y colores de manera tan pobre que ya un médico me había calificado físicamente como ciego. Después fui el primer estudiante ciego en la Normal.

»Me gradué como maestro y posteriormente fui a la universidad. Desde luego que en todos estos sitios hubo situaciones de discriminación y rechazo, y me vi en la necesidad de combatirlo, por fortuna nunca solo.»

-Su salida de Guatemala no fue un capricho, sino que obedeció a una realidad histórica concreta, también contraria a su natural desarrollo.

-Como la gran mayoría de los universitarios, participé en diversos movimientos políticos y luego en la oposición cuando llegaron las tiranías militares que se entronizaron en el país. Era observado como una persona en desacuerdo, con militancia en los grupos democráticos de la universidad e incluso el ejército tenía noticias de mi trabajo en un partido clandestino. A eso se debió la persecución, las amenazas y el exilio al final.

»Mi esposa y yo participamos en la elección de un rector democrático en la universidad y fuimos de lo más visible de una agrupación llamada Vanguardia Universitaria. A muchos de nosotros comenzaron a amenazarnos, rodearnos y cercanos. A un gran número de compañeros los asesinaron. A muchos estudiantes que fueron alumnos míos, también. Y al final, cuando hacía dos meses que habíamos salido del país, mataron a mi hijo mayor, estudiante de medicina.

»Tuve que salir de Guatemala porque a mi esposa le llegaron tres cartas conminatorias del Ejército Secreto Anticomunista, y a mí me amenazaron por teléfono muchas veces. Todo eso invitó a que pusiéramos tierra de por medio.»

Retratos no calcados

Palos de ciego en cierto sentido se parece a la vida que llevaba en Guatemala.

-Debe tener algo de autobiografía, si bien no exclusivamente, porque adolece del carácter de documento hecho por un cronista. La novela está llena de situaciones fantásticas o imaginarias. No obstante casi todos los personajes integrantes del elenco que se mueve en ese escenario tienen algo de real, algo de vital. Estuve en contacto con esos seres y a veces simbióticamente entre dos o tres personalidades se conforma un personaje. En ocasiones se deforman algunas de sus características y en otras se le agregan otras que nunca tuvo. Es decir, se crean figuras que llegan a formar parte de todo ese contingente de personajes que estructuran la narración y que le dan el aire que tiene la novela. No son retratos calcados sobre figuras exactas, pero tienen mucho de real, la esencia o los rasgos.

»Palos de ciego se creó más como una necesidad terapéutica que como aspiración netamente literaria.»

Los recuerdos, una medicina

-Desarrolle ese rubro, es decir, la literatura como vía de sanación.

-Bueno, yo comenzaba a hundirme en un momento de grandes dificultades que se crearon no sólo por el desgajamiento que significa el exilio sino por problemas insolubles de carácter económico, controversias sumamente fuertes y decisivas con algunos dirigentes del grupo político al que pertenecía, el dolor de las pérdidas que había en mi país y el sentimiento de culpa por no estar presente allá y el asesinato de mi hijo mayor.

»Sin proponérmelo sistemáticamente empecé a buscar algún recurso en la memoria, y me refugié en algo así como un aposento temporal en el que empezaron a transcurrir anécdotas reales, de las cuales recogí muchas para la novela.

»Recordé y me reí de las situaciones lúdicas en que había participado y eso me sirvió de medicina al punto de que conseguí normalidad en la marcha de los acontecimientos.

»El haberme sumergido en los hechos de la novela me resituó en el mundo.»

Fuente de la entrevista: http://www.jornada.unam.mx/2001/05/04/04an1cul.html

Presentación de Palos de ciego en Guatemala

Mario Matute

Mario Matute

Mario Matute

Carmen Matute