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Carlos Figueroa Ibarra

Las derechas en Ecuador están desesperadas. El correísmo se les filtra por todos lados y como se ha demostrado en Argentina y Bolivia, no tienen una alternativa viable a una eventual nueva marea progresista en la región. Sólo más de lo mismo, neoliberalismo. El fracaso prematuro del neoliberalismo, originó la oleada posneoliberal que comenzó con el triunfo de Chávez en Venezuela en 1998 que fue sucedido en Brasil por Lula Da Silva (2003), por Néstor Kirchner en Argentina (2003), Tabaré Vázquez en Uruguay (2005), Evo Morales en Bolivia y José Manuel Zelaya en Honduras (2006), Rafael Correa en Ecuador y Daniel Ortega en Nicaragua (2007), Fernando Lugo en Paraguay (2008), Mauricio Funes en El Salvador (2009).

El posneoliberalismo también logró reelecciones en Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y El Salvador. En esa coyuntura solamente en Honduras y Paraguay hubo triunfos reaccionarios merced a los golpes de 2009 y 2012.

A partir de diciembre de 2015 vino un ascenso derechista cuando el kirchnerismo fue derrotado por la candidatura de Mauricio Macri. Se observaron el golpe de estado contra Dilma Rousseff en Brasil (2016); el giro neoliberal por la traición de Lenín Moreno en Ecuador (2017); el encarcelamiento de Lula y el triunfo de Jair Bolsonaro (2018); en Colombia la asunción de Iván Duque (2018); en Paraguay la de Mario Abdo Benítea (2018). La derrota electoral del FMLN en El Salvador (2019) y el golpe de estado en Bolivia en octubre de 2019. Pero el progresismo ha dado muestras de no estar acabado: el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en 2018, el de Alberto Fernández en Argentina en 2019, el triunfo constituyente en Chile y la victoria de Luis Arce en Bolivia en octubre de 2020.

He aquí el contexto de la desesperación reaccionaria en Ecuador. Por ello el traidor Lenín Moreno, ha ejercido en estos tres años y medio un gobierno autoritario y represivo como lo muestra el encarcelamiento de Jorge Glass y el exilio de altos funcionarios y representantes populares de la época de Rafael Correa. Hoy Moreno aliado con el banquero millonario y candidato presidencial Guillermo Lasso busca hacerlo ganar a la mala. A través de la guerra judicial (Lawfare) las derechas logaron impedir que Rafael Correa fuera en fórmula presidencial con el prestigioso economista Andrés Arauz. El 15 de diciembre el Tribunal de lo Contencioso Electoral admitió un recurso que busca impedir las candidaturas del binomio de Unión por la Esperanza Andrés Arauz y Carlos Rabascall, pese a que ya estaban registrados por el Consejo Nacional Electoral. La razón es muy simple, las encuestas de noviembre los dan por ganadores incluso en la primera vuelta. Las derechas también lograron incluir como candidato electoral a Álvaro Noboa por considerarlo más competitivo que Lasso. Finalmente quieren aplazar las elecciones previstas para febrero de 2021. Para prevalecer, en los últimos cinco años particularmente, las derechas mayormente han tenido que hacer uso de los golpes de estado, traiciones, así como la guerra judicial y mediática.

Esto es lo que hoy observamos en Ecuador.

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Carlos Figueroa Ibarra
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