¿Dónde estamos?
Edgar Celada Q.
El jueves 21, bajo el efecto del caso IGSS-Pisa (¿parece chiste?) y las renuncias-destituciones de ministros o secretarios (la de MLB incluida), se decía en la ciudad de Guatemala que OPM no pasaba del viernes. Llegamos casi a lunes y como el dinosaurio de Tito Monterroso: despertamos y sigue allí.
Hay muchas preguntas sin respuesta hacia la semana por delante. ¿Logrará mantenerse? ¿Qué o quienes lo sostienen? ¿Por cuánto tiempo más se prolongará el ambiente de ingobernabilidad? ¿Es realmente necesaria la salida de OPM para buscar una salida duradera a la crisis política?
Acorralado en su esquina, sin nadie que realmente le lance un salvavidas, OPM parece apostar al agotamiento, por cansancio, de la movilización social y al efecto distractor de la campaña electoral.
La incógnita sobre la decisión de la sociedad a mantenerse en las calles se despejará el 30 de mayo. ¿Será ese el plazo que tiene OPM para dimitir? En todo caso, a juzgar por lo ocurrido entre sábado y domingo, la efervescencia ciudadana se mantiene: pequeño, pero hubo plantón frente al Palacio; en muchas partes la forma de expresar el descontento fue el rescate y decoración de postes y muros, expulsando simbólicamente a los políticos de los espacios públicos; los más radicalizados continuaron expresando su descontento en los mitines de Lider: Jalapa y Villanueva fueron los más publicitados.
¿A dónde vamos?
En otras palabras, la lucha sigue por el cauce espontáneo que la caracterizó desde el principio. A casi un mes del 25A, sin embargo, va cuajando la coordinación y resurgiendo la organización. Esa es una necesidad evidente para darle norte al proceso, aun subsistiendo esa sensación del accionar disperso.
Hace falta, según pienso y escucho decir, formular una plataforma de propósitos que unifique o de sentido a la demanda social.
He aquí un plan de tres puntos, que intenta recoger el sentir social captado en las manifestaciones y las redes sociales:
1) No a la corrupción: justicia y verdad, #JuicioaOPMyBaldetti; demanda al MP y CICIG que continúen la limpia emprendida; que se haga público y se persiga penalmente a los empresarios cómplices del caso La Línea.
2) #RenunciaYa y relevo presidencial. Elección de una o un nuevo vicepresidente a partir de una terna de personas con reconocimiento social y capacidad para dar credibilidad a un proceso inmediato de reforma política.
3) #ReformaPolíticaYa, que incluya a) Reformas inmediatas y básicas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos; b) Posposición de las elecciones generales para que se realicen con nuevas reglas y nuevos actores (en el pasado se hicieron en diciembre, ahora pueden hacerse en noviembre o diciembre); c) Fortalecimiento del TSE; d) Fiscalización estricta e investigación de los financistas de los partidos; e) Eliminación de la elección de diputados por bloques cerrados: elección uninominal; f) Posibilidad de que comités cívicos inscriban candidatos a diputados; g) Voto de las y los guatemaltecos residentes en el extranjero.
En el Twitter alguien me escribió que el futuro de Guatemala empieza el 14 a las 14 (léase, con un nuevo gobierno electo).
Le respondí que el futuro de Guatemala empezó el 25A y se confirmó el 16M.
Ya no hay marcha atrás: es el fin de la cleptocracia, vamos a construir una auténtica democracia.
La incógnita sobre la decisión de la sociedad a mantenerse en las calles se despejará el 30 de mayo. ¿Será ese el plazo que tiene OPM para dimitir?
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