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Autor: Marco Nehemias Chávez Coyoy

Mi juventud se ira principios de la tercera década de este milenio, por eso he puesto atención y clara atención, a los acontecimientos que se han desarrollado hoy en día en nuestra sociedad. Reflexionando a esto, llegue a la conclusión que, el presente y el futuro de la juventud se encuentra en mí, como también en muchos de mis amigos, conocidos, compañeros y personas de esta generación. Años atrás, cuando la razón hizo que centrara mis prioridades y atención a los verdaderos problemas que aquejan esta sociedad, me di cuenta de la grandes enfermedades sociales evolutivas, de muchos jóvenes adolescentes, universitarios hasta incluso ya profesionales, las enfermedades sociales que he encontrado son varias, y no, por enfermedad social,  me refiero únicamente a aspectos como:  drogas, alcohol, prostitución, delincuencia; no;  estos tipos ya tienen larga trayectoria;  las que en verdad llamaron mi atención, son aquellas que al paso del tiempo, han ido evolucionando, son enfermedades que parten desde la degradación social, materialismo, indiferencia, pérdida de valores; tanto morales como espirituales (en contexto general, no únicamente religioso.) entre otras; a este tipo de enfermedades sociales, son las que mas cuesta comprender, por ser tan comunes hoy en día, que nadie las critica, y mucho menos presta atención, una simple comparación puede darse entre, aquella juventud de décadas pasadas, que tenia como ejemplos de admiración, a ilustres personalidades; médicos, abogados, poetas, pintores, promotores culturales, etc. El día de hoy eso quedó atrás, puedo aseverar que las personas que reciben admiración hoy en día son: narcotraficantes, (sicarios, asesinos que sin sacrificio alguno, logran una opulencia y riqueza desmedida),  políticos corruptos, (antipatriotas, que atentan con nuestro país y la democracia)  personalidades religiosas (que estafan y viven a costa de la ignorancia, y el padecimiento de las personas), y todas aquellas personas que sin esfuerzo alguno,  llegan a un estatus social alto de riqueza y poder;  por que hoy por hoy,  no temo decir que el dinero y el materialismo lo es todo, en esta generación de ricos y pobres ignorantes. Claro está, que como en todo lugar siempre cabe la  excepción al caso, me es satisfactorio señalar, a aquellos jóvenes que trabajan para el desarrollo de un mejor nivel de vida cultural, social, político, económico, y humanitario, están los estudiantes universitarios con verdadera vocación, que estarán próximos a ser grandes médicos, abogados, politicólogos sociólogos, economistas y arquitectos,  sin olvidar a los jóvenes artistas, que son prominentes promesas para Guatemala: pintores, escultores, músicos, escritores, cineastas, fotógrafos, historiadores, etc. Yo tengo fe en cada uno de ellos, y por ellos aún creo que este país tiene buen futuro, solamente hay que abrir bien los ojos y no perder el hilo, el hilo de valores que nuestros padres, abuelos, ancianos y ancestros, nos legaron a cada uno de nosotros.

Autor: Marco Nehemias Chávez Coyoy

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