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Criticar sin linchar

Danilo Santos

No se trata de criticar a Sandra Morán, Álvaro Velásquez y Leocadio Juracán por no ser más rojos que el infierno; sino de saberse defraudado porque no anticipamos nunca el apoyo de tres «compas» lo que, desde los que nos creemos de izquierda, vemos como el pensamiento y acción política antagónica a la justicia social y las causas de los más desfavorecidos de este país. No se les pide que se inmolen o que dirijan el Legislativo, ni siquiera que aprueben leyes, su agenda, conque fuera levantar la voz de los sin voz, aunque no pasarán una sola ley, ya sería un logro estratégico para próximas elecciones.

Treinta y seis años nos pasamos a contrapelo, no será en una legislatura que todo cambie. La correlación de fuerzas es totalmente negativa. Se trata, en mi opinión, de acumular fuerzas, de develar al sistema, debilitarlo, ganar adeptos nuevos con otros métodos, recuperar a los viejos siendo congruentes con sus muertos.

La decisión de apoyar una junta directiva que no será en lo absoluto más consecuente que la de la UNE, para mi, es un error y solo demuestra la desconexión entre la base, el partido y sus representantes; no digamos con la sociedad civil organizada.

Mucho hay por hacer, y si algo hay que aplaudir es que los tres compas están haciendo, equivocado, esos son otros veinte pesos. Mucho diría de su madurez política y de la búsqueda de lo que Álvaro llamó «pensar en el futuro», que reconsideraran su decisión y resolvieran con la estructura del partido lo hecho.

Necesitamos creer, necesitamos tener esperanza, necesitamos no sentirnos huérfanos y frustrados, de eso solo nace dolor y sacrificio, escaramuzas ganadas con candor y rebeldía pero sin precisamente, futuro.

Los problemas del país son los de antes de la guerra más los de ahora, los hacedores de pobreza extrema e injusticias, son los mismos. ¿Qué o quién somos nosotros ahora? No lo sé, debemos descubrirlo.

A pesar del desencuentro, creo debemos seguir creyendo en la izquierda, no en los partidos o las personas, sino en lo que la izquierda es y significa. La épica de la democracia no debe ser menos que la épica de la Revolución.

Los problemas del país son los de antes de la guerra más los de ahora, los hacedores de pobreza extrema e injusticias, son los mismos. ¿Qué o quién somos nosotros ahora? No lo sé, debemos descubrirlo.

Fuente: [http://sanatevergueador-dalekos.blogspot.mx/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Danilo Santos Salazar