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Irmalicia Velásquez Nimatuj

La incapacidad técnica, humana y estratégica de Consuelo Porras, como fiscal general no solo son evidentes en la menesterosa dirección que le ha dado al Ministerio Público sino sobre todo en el giró al convertir a la institución en una mazmorra de corrupción a la medida de los intereses de las elites y el crimen organizado.   La pobreza de análisis y falta de argumentos son visibles en esta funcionaria y en sus endebles pero serviles equipos al momento de no asumir las consecuencias de sus actos, los cuales han deteriorado el sistema de justicia, que ha impactado en la vida de pueblos y comunidades, por eso, significativos sectores de los pueblos indígenas están de pie. 

El ejemplo cumbre es la absurda carta del 23.07.2021 en la que expulsó al fiscal a cargo de la FECI, Juan Francisco Sandoval, cuyo primer párrafo es un lamento de victimización frente a ataques de diferentes sectores, pero ¿son esos ataques la base para tomar esa decisión?  mientras, el resto del documento se convierte en una pieza históricamente vergonzosa para la justicia nacional.  De igual manera, en la carta que dirigió al Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony J. Blinken, el 29.07.2021 termina quejándose de “publicaciones irrespetuosas, ofensivas y difamatorias…” convirtiéndose en un documento sin sustento y una pieza de comunicación patética que no presenta las razones del despido de un fiscal de la talla de Sandoval y tampoco explica el rumbo que ella y sus jefes le han dado al MP.

Frente a esto la reconocida organización a nivel internacional Mujeres Transformando el Mundo, con brillantez rechazó el 25.07.2021 “el uso del discurso de violencia por razones de género para justificar acciones ilegales del MP” aclarándole a Porras que “las organizaciones y movimientos de mujeres no vamos a permitir que se tergiverse una metodología por la que históricamente hemos luchado para que sea incluida en el ordenamiento jurídico nacional.”  

El trabajo de Porras no solo ha dañado al país, a la débil lucha contra la corrupción al minar a la FECI y destituir violando el proceso administrativo al fiscal Sandoval, como si se tratase de un delincuente, sino, además, a la larga y costosa lucha que las mujeres diversas han avanzado en Guatemala.  

Son hilos, sostenidos por poderosos, los que mantienen a Porras en la dirección del MP -a pesar de su evidente incapacidad incluso para redactar y argumentar en documentos oficiales que quedan para la posteridad- empezando por el ejecutivo, bloques del legislativo, crimen organizado, elites políticas,  económicas, militares y también las embajadas de Italia y España que han buscado dividir las posiciones dentro de la comunidad internacional y apoyar la desbordante impunidad que, es claro que se sostiene con apoyos nacionales e internacionales.

Fuente: [elperiodico.com.gt]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Irma Alicia Velásquez Nimatuj