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Cómo administrar una ilusión

Edelberto Torres-Rivas

Parece que en estos minutos de la historia nos estamos moviendo entre el sueño y la razón. El sábado 16 de mayo, había sesenta mil guatemaltecos en la Plaza de la Constitución, llenos de alegría, gritando porque quieren tener de inmediato un país decente, democrático, libre.

Es indescriptible el sueño de una fiesta colectiva que la lluvia tropical amenizó, tremendo baldazo de agua que a nadie importó, y que acompañó las demandas contra los políticos, funcionarios, empresarios corrompidos o que corrompen, en una infernal criminalidad. La razón democrática alzándose con el rugido de las masas pidió una nueva legalidad para el país y la salida del presidente Pérez Molina como condición primera de los cambios que Guatemala necesita.

Hubo momentos que no se olvidarán, como el encuentro de las columnas estudiantiles de la San Carlos, la Marroquín, la Landívar, la del Valle; el ingreso a la plaza de unas mil bicicletas y motos; del grupo de ciudadanos discapacitados, pero también familias, parejas, grupos de amigos o conocidos que la oportunidad juntó. Nunca ha habido en Guatemala una manifestación de esta magnitud que no se olvidará porque es como un sueño. Y que tendrá efectos estructurales porque es la razón de la historia que cambia sociedades. Estamos de acuerdo en temas mínimos que queremos convertir en consensos amplios.

Tomamos nota de las exigencias múltiples relativas a las reformas a la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), a la ley de Compras y Contrataciones del Estado, una nueva ley de Servicio Civil y reformas profundas a la Ley Electoral (no aceptamos la que se encuentra en el Congreso en 3ª lectura). El pueblo ha dicho lo que se necesita para resolver sus problemas, abriendo con ello unas enormes posibilidades de  cambio. Los gritos de alegría y de firmeza exigen la creación de un gobierno de transición legítimo, no vinculado a la clase política actual.

En el grupo Semilla estamos llenos de optimismo y de confianza pensando en nuevas acciones que nos permitan cumplir con el grito ciudadano del enorme sábado 16 de mayo. Fuera los políticos tradicionales corruptos, juicio a los funcionarios delincuentes. Luchar por nuevas elecciones para darle al sistema un poder legislativo honrado, trabajador y competente.

Sueño y razón como sucedió en toda Guatemala.  Hay que avanzar con la razón en la mente y el sueño en el corazón para tener una patria como todos queremos.

Nunca ha habido en Guatemala una manifestación de esta magnitud que no se olvidará porque es como un sueño. Y que tendrá efectos estructurales porque es la razón de la historia que cambia sociedades.

Edelberto Torres-Rivas

Fuente: [http://www.plazapublica.com.gt/content/como-administrar-una-ilusion]