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Carta Abierta para La Huelga de Dolores 2015

Fredy Obdulio López González

Este viernes 27 de marzo 2015 vuelven los recuerdos, la tristeza más que la alegría, la Guatemala de hoy no es la Guatemala que se había soñado, no es la Guatemala por la que muchos murieron…

Y espléndido saberse ya un victorioso… Estoy seguro. Mañana, otros poetas buscarán el amor y las palabras dormidas en la lluvia. Y con su rostro de sonrisa la más humilde campesina escribirá la poesía de amor que no salió de mi garganta. El rostro de un niño alimentado escribirá lo que detuvo un grito de combate en mis arterias. Y cuando se haga el entusiasta recuento de nuestro tiempo, por los que todavía no han nacido, pero que se anuncian con su rostro más bondadoso, saldremos gananciosos los que más hemos sufrido de él. Y es que adelantarse uno a su tiempo, es sufrir mucho de él. Pero es bello amar al mundo con los ojos de los que no han nacido todavía. Y espléndido, saberse ya un victorioso, cuando todo en torno a uno es aún tan frío y tan oscuro.

Cuánta razón tenía Otto René Castillo, pero la Guatemala de hoy todavía nos inspira una vida tan fría y tan oscura.
La Huelga de Dolores era para el pueblo de Guatemala un grito de esperanza, un día especial para desenmascarar a los cobardes y decirles que sus días estaban contados, que el pueblo les iba a demostrar su fuerza, una forma de decirle a la miseria y a la explotación que el pueblo estaba en las calles exigiendo libertad.

Hoy el pueblo duerme, mientras los ladrones y cobardes hacen fiesta, mientras se reparten los bienes terrenales que le pertenecen al pueblo. Hoy el pueblo se encuentra solo, sus seudo-lideres no son más que voceros de los grupos más obscuros.

Pero un día tendrán que entregar cuentas y se les preguntará sobre lo que hicieron cuando la patria se apagaba lentamente, como una hoguera dulce, pequeña y sola. Nada se les preguntará sobre sus justificaciones absurdas, crecidas a la sombra de una mentira rotunda.

¿Qué hicisteis cuando los pobres sufrían, y se quemaba en ellos, gravemente, la ternura y la vida?” no podréis responder nada. Os devorará un buitre de silencio las entrañas. Os roerá el alma vuestra propia miseria. Y callareis, avergonzados de vosotros.

Sirvan estas palabras de Otto René Castillo como homenaje a todos los Huelgueros caídos y a todos los universitarios de la Gloriosa Universidad de San Carlos de Guatemala, que nunca se vendieron y permanecen fiel al compromiso histórico de buscar un sistema verdaderamente democrático, popular y revolucionario.

 

fredy2012