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¿Amenazarían así a Ricardo Arjona?

Irmalicia Velásquez Nimatuj

Estas últimas semanas han dejado un acelerado aumento en el contagio de casos de la COVID-19, dentro de ese marco también han aumentado los ataques a distintas voces de mujeres y hombres de diferentes pueblos mayas.

A la inhumana quema del hermano q’eqchi’ Domingo Choc Che, en la aldea Chimay, San Luis Petén, que sigue estando en la denuncia nacional e internacional, continuaron las amenazas de muerte que recibió en redes sociales la notable cantante kaqchikel Sara Curruchich luego de una campaña que junto a otros jóvenes iniciaran para evidenciar los impactos del racismo en los medios de comunicación. Hay que decir que, si se tratara de una cantante guatemalteca blanca que apelara a denunciar el racismo, la aplaudirían, pero como es una joven indígena, aunque tenga una voz privilegiada y un espacio internacional ganado, dentro de los sectores racistas y ortodoxos, ella solo es una india más, por eso, la amenazan con que o hace “sho” o le darán “un plomazo en la cabeza”. ¿Amenazarían así a Ricardo Arjona?

Los guatemaltecos -dentro de ellos un buen número de indígenas- que han mamado e internalizado el racismo, odian aspectos o condiciones propias, por eso, aunque les cuesta reconocer, desdeñan a los indios que siguiendo sus sueños han destacado. En el fondo los nubla la ignorancia supremacista que se mezcla con la mezquindad, por eso, a veces aplauden a los despreciados, solo cuando esos despreciados les son devuelto a través de la aceptación de la palestra internacional.

Además, el periodista Elías Caal Oxom, maya q’eqchi’ junto a su familia fueron acusados de realizar actos de brujería en la comunidad Gancho Caoba 2, Cobán, Alta Verapaz, por católicos y protestantes, reteniendo a uno de sus familiares la noche del sábado 11 de junio.

Mientras en El Estor, Izabal, los periodistas Carlos Ernesto Choc Chub y Baudilio Choc Mac, ambos maya q’eqchi’, siguen siendo hostigados en sus residencias y amenazados por trabajadores de la poderosa minera de níquel, ubicada en ese municipio, por la seguridad privada y grupos violentos que han formado. Posteriormente, el periodista y Bombero Voluntario Francisco Chox fue detenido y encarcelado el 11 de junio, cuando documentaba el conflicto entre Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán, acusado de portación de municiones que seis días después demostró que fueron implantadas.

Y el 15 de junio, en La Cumbre, Olopa, Chiquimula, fue encontrado el cuerpo torturado de Medardo Alonzo Lucero, maya chorti’, miembro de la resistencia pacífica y jurídica de las comunidades que se oponen a la empresa Minera Cantera Los Manantiales por los daños que les causará.

La conciencia maya que emerge, en medio de agudas contradicciones, se torna en una bella esperanza, pero simultáneamente en una incisiva amenaza.

Fuente: [https://elperiodico.com.gt/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Irma Alicia Velásquez Nimatuj