Con la música se alimenta el alma;
con la plástica se vivifica el ojo;
con las letras se dice «te amo» no sólo de una,
sino, de mil maneras.
Con la danza expresamos el ritmo
que habita en el fondo del alma;
con el teatro recreamos la vida de ricos y pobres,
de amos y esclavos.
Puede ser que la música no escuches;
puede ser que tus ojos no vean las formas;
puede ser que las letras no leas
mas no impide tu diario vivir.
No a todos les gusta la danza
y para muchos el teatro no existe.
Sin embargo existe un arte
que todo hombre y mujer bien disfruta.
Este arte que es sobre todas las artes
es el arte que al cuerpo alimenta.
Bodegones para la pintura:
marco para la filosofía.
Pretexto para reunirnos
con hermanos, novios y amigos.
Cuando naces se le da a la madre
de gallina sabroso guisado;
cuando mueres se ofrece a tus deudos
consomé, emparedados, refresco y café.
Son las frutas y los vegetales
ingredientes que no pueden faltar,
forman parte del arte que hablo
que es sublime y demuestra el amor.
Este arte lo practica la madre;
lo practica la esposa también;
lo practican todos aquellos que aman,
al cansado, el sustento brindar.
El que ejerce el arte culinario
si lo hace con amor y pasión,
cuando llegue al lugar donde sea juzgado
una voz sobre él oirá:
«Entra acá con Nosotros al gozo
que es eterno en el Cielo de Dios
Porque diste de comer al cansado
y al sediento le hiciste beber».
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