Arrasar la tierra
Los incendios son parte de una estrategia de décadas que permite que grandes extensiones de tierra sean quemadas y apropiadas por narcoganaderos.
María Aguilar
La semana pasada, una serie de incendios destruyó grandes extensiones del parque nacional Laguna del Tigre, en el departamento de Petén, sin que las autoridades competentes pudieran hacer mucho para contrarrestar el devastador fuego.
Los datos sobre el grado de destrucción en la región de Petén durante las últimas décadas son desgarradores e indignantes. La pérdida ambiental causada por incendios, deforestación, monocultivos y el otorgamiento de tierras a ganaderos se combinan con el trasiego de drogas, así como con otra serie de procesos ilegales como la tala y caza. A esto se le unen conflictos agrarios. En una nota publicada en junio del año pasado, la BBC reportaba que tan solo en el área protegida de la Reserva de la Biosfera Maya, 162 incendios habían consumido aproximadamente 8 mil hectáreas de bosque y estimaba que el número aumentara a 200 mil. En el 2015, otra serie de incendios estuvieron a pocos kilómetros de alcanzar al parque nacional Tikal.
En el caso de la Laguna del Tigre, pese a que el parque es hogar de una biodiversidad única y extensa de flora y fauna, así como de sitios arqueológicos, los incendios son parte de una estrategia de décadas que permite que grandes extensiones de tierra sean quemadas y apropiadas por narcoganaderos. Individuos que utilizan el área para construir pistas ilegales para trasiego de drogas. Otro de los problemas que afectan a esta reserva es la explotación petrolera que comenzó en 1985 y que continúa hasta el presente; esto a pesar de las múltiples ilegalidades evidenciadas en el plan maestro elaborado por el Conap, lo que permitió la continuación de dicha explotación. En el presente, la petrolera Perenco, en operación desde el 2001, ha contribuido no solo al daño ambiental, sino también a la deforestación en la región y a la creación de asentamientos ilegales de personas en una zona protegida, lo cual también aumentó la quema ilegal y la caza.
El incendio de la semana pasada deja en evidencia la necesidad de una política clara y eficiente sobre el tema de medioambiente. Hasta el momento, las instancias y funcionarios estatales encargados de asegurar el bienestar ambiental han estado plagados por corrupción e ineptitud.
Fuente: [http://elperiodico.com.gt/opinion/2017/04/17/arrasar-la-tierra/]
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