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Archivos y derechos humanos

El AHPN tiene un potencial que pocas colecciones poseen, que es la habilidad de aportar a procesos concretos de justicia, verdad y reparación.

María Aguilar

El pasado viernes se celebró en las instalaciones del Archivo Histórico de la Policía Nacional, AHPN, un seminario sobre archivos y derechos humanos para discutir los logros y retos de la colaboración existente entre el archivo y la Universidad de Texas en Austin. El apoyo brindado por esta universidad se ha canalizado mayoritariamente a través de su reconocido Instituto de Estudios Latinoamericanos LILLAS-Benson y el Centro Rapoport de Derechos Humanos.

Aunque los acercamientos sobre un acuerdo colaborativo datan del 2006, la alianza se oficializó en 2011, cuando como parte del acto celebratorio, la Universidad de Texas permitió el acceso en línea a más de 13 millones de documentos del AHPN, evitando así la necesidad de cruzar fronteras para acceder al material pero también ayudando en su resguardo y protección.

El compromiso de los directores de los centros académicos y del personal de ambas instituciones en mantener la alianza es una muestra de cómo lastimosamente, el apoyo para el resguardo de la memoria muchas veces viene de fuera y no de instituciones y funcionarios de gobierno de Guatemala, quienes deberían ser los responsables de mantener las instituciones como el AHPN a flote, dar a conocer y valorar el trabajo que emerge de este centro.

A trece años de su descubrimiento, el AHPN ha logrado ser un rayo de luz para el proceso de justicia transicional en Guatemala, la cual no se limita solo a lo que pasa en los tribunales sino también del acceso y difusión de la verdad. Y aunque mucho se ha discutido sobre la naturaleza administrativa de este archivo, que va más allá de encontrar información explicita sobre violaciones a derechos humanos, la propia naturaleza administrativa del archivo revela datos importantes sobre la burocracia militar y autoritaria que gobernó y,  que pareciera sigue gobernando  a Guatemala, pero que completa un rompecabezas sobre la planificación y seguimiento de políticas de terror estatales implementadas para erradicar, silenciar, ajusticiar, re-educar y aterrorizar a todos aquellos que fueron catalogados como enemigos internos.

El AHPN tiene un potencial que pocas colecciones poseen, que es la habilidad de aportar a procesos concretos de justicia, verdad y reparación. Por lo tanto, los documentos resguardados se han convertido en aliados para investigadores nacionales y extranjeros, permitiendo el privilegio no solo de analizar la historia sino de aportar con nuestro trabajo a la construcción de la memoria histórica de un país que aún no termina de recuperarse de las heridas de la guerra. Ante esto, debe valorarse el trabajo que emerge de la alianza entre la Universidad de Texas y el AHPN porque nos enseña que, dentro de la lucha por la justicia y la verdad, nadie está solo.

Fuente: [https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/07/30/archivos-y-derechos-humanos/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

María Aguilar Velásquez
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