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Amar y comprar

Danilo Santos

El gran “Pepe Mujica” nos da una sintética lección sobre la libertad a raíz de la pregunta de un periodista sobre la austeridad…

“Los que pierden la libertad, son los que se dejan enganchar por la sociedad consumista, porque cuando usted compra algo no lo compra con plata, compra con el tiempo de su vida que tuvo que gastar para tener esa plata. Se es libre cuando uno tiene tiempo libre para hacer con su vida lo que se le canta… que es para cada cual su motivación, pa unos puede ser pescar, pa otros puede ser jugar al fútbol, pa otros estar durmiendo bajo un árbol, pero hay que tener tiempo libre disponible de uno. Cuando usted tiene que salir a pelear la chaucha, pa los gastos materiales que tiene que cumplir ya no es un hombre libre o una mujer libre, es un hombre o una mujer sometido a la ley de la necesidad”.

Y vaya si muchos de nosotros somos esclavos de las necesidades, sin libertad, sin tiempo de nuestra vida, y nos gastamos precisamente nuestra vida asumiendo las tareas más ingratas sobre la cubierta de un barco que navega sin nuestras manos en el timón. Pepe Mujica también dijo en su espacio radial “Hablando al sur”: la inversión es como la semilla en la agricultura, jamás habrá cosecha si no hay semilla para sembrar, no por poner una semilla usted tiene asegurada la cosecha, pero tenga presente que jamás habrá progreso sin inversión…

Si los chapines, los académicos, políticos, empresarios, organizaciones sociales y grupos de presión, gremios, sindicatos, la sociedad; no invertimos, no plantamos la semilla de la Guatemala civilizada y democrática, jamás cosecharemos paz y prosperidad.

Toda vez la sociedad guatemalteca siga esperando regalos milagrosos de ese señor gordito que viene en un trineo halado por renos de nariz roja, invención gringa a raíz de que en 1823, el escritor inglés Clement Moore escribió el poema “Una visita de San Nicolás”, pues iremos postergando los verdaderos regalos de semillas y libertad que el país necesita.

Ojalá el tal San Nicolás se apiadara de todos los que no tienen pisto para los regalos de sus hijos y les eche una manita consiguiendo un préstamo en algún bondadoso banco, o con algún magnánimo prestamista: a costa claro está, de su vida y libertad.

Ojalá el santo gordito tocara la conciencia de los dueños de colegios y librerías, sastres y vendedores de zapatos, porque en enero no quedan ni rescoldos de pistío. Que desde su celestial morada, Santa nos ayude a pagar la factura planetaria de energía que consumimos este mes.

Explicarles a nuestros hijos que Santa Claus NO EXISTE y que los que llevan los regalos a casa son Mamá y Papá, no es tarea fácil. Como no es fácil dejar de esperar que milagrosamente nos nazcan políticos honrados de unas entrañas adiestradas para el chanchullo y el aprovechamiento de lo divino para fines aviesos. Feliz Navidad, y que el próximo año esté pletórico de prosperidad, bla, bla, bla…

La libertad es más que comprar creyendo que se ama.

Fuente: [http://lahora.gt/amar-y-comprar/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Danilo Santos Salazar