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No le ha bastado al CACIF convertir a Alejandro Giammattei en su vocero, gerente, gestor o director ejecutivo.

Irmalicia Velásquez Nimatuj

Las acciones del Gobierno para contener la expansión del coronavirus y las contra-acciones del CACIF para revertirlas al exigir que no se impidiera el ingreso de extranjeros para no afectar el turismo y obligar a los trabajadores a que retornaran a sus puestos para que sus ganancias no bajaran o para aumentarlas, han quedado documentadas en los medios de comunicación y redes sociales en las últimas dos semanas.

Al CACIF no le importa la vida de los de abajo, solo importan ellos y la plata, está en sus genes. La actual dirigencia y sus ancestros son el mejor ejemplo humano e histórico de lo que es la avaricia en Centroamérica y aun antes de que se formaran esas naciones en el Siglo XIX. Es evidente que aun frente a la catástrofe que se vive y que Italia es el ejemplo a no seguir, el CACIF ha querido hacer lo contrario. Por eso, quien gobierna Guatemala no es el Ejecutivo sino la elite económica. Eso quedó claro con la renuncia y denuncia del viceministro de Salud Danilo Sandoval Flores.

Esas familias millonarias en dinero, pero pobres en humanidad, representadas por hombres blancos, creen que su posición, sus diezmos o sus rezos los hará inmunes frente a un virus que ha demostrado ser el mejor corredor del mundo.

No le ha bastado al CACIF convertir a Alejandro Giammattei en su vocero, gerente, gestor o director ejecutivo. Allí está Giammattei -sin respetar la independencia de poderes- exigiéndole a la Corte Suprema que “elimine” los casos de corrupción contra el CACIF. Giammattei intercediendo ante la SAT para que cese la “persecución estúpida” contra empresarios corruptos que quedaron ligados a procesos por las investigaciones del MP y la CICIG. Giammattei gestionando una ampliación al Congreso del presupuesto nacional por Q7 mil millones que será un negocio para los banqueros que engordarán gracias a la pandemia y de los cuales menos del 15 por ciento serán para atender la crisis o Giammattei otorgando Q180 millones a empresarios para un seguro escolar, mientras faltan medicamentos e insumos en el sistema de salud nacional.

¿Qué más falta que Giammattei cumpla para satisfacer a su majestad, el rey CACIF?

Fuente: [www.elperiodico.com.gt]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Irma Alicia Velásquez Nimatuj