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Las leyes de la alcoba

Oxwell L’bu

Cuando entres a la alcoba con tu amada,
recuerda que ese es un lugar santo,
donde está el altar del amor, su amor.

Donde los suspiros son oraciones,
donde las caricias y los besos,
son los ritos inefables del amor.

Por eso a ese recinto sagrado,
solo debería de entrar esa persona,
a quien has entregado tu corazón.

Pues es allí, donde al caer la tarde,
la luna ilumina con sus rayos,
ese recinto de ternura.

Es allí al amanecer donde el sol
se regocija al ver dos cuerpos desnudos,
que han tocado el cielo con las manos.

Cuando entres a la alcoba,
has de saber que está prohibido,
entrar con enojos y no salir feliz.

En la alcoba para que te den,
antes tienes que dar,
para que te amen, tienes que amar.

En la alcoba los ascos no existen,
todo está permitido, siempre y cuando
ambos lo quieran.

Antes de entrar a la alcoba,
debes de haber cortejado,
aquellos que has soñado amar.

En la alcoba se debe darle expresión
a todo eso que vibra en el corazón
y esta aunado a un profundo sentimiento.

No son las luces apagadas las que dan
la pauta a la intimidad, es todo eso que se ha
compartido cuando se ama de verdad.

En la alcoba la música mas sublime,
que se puede escuchar son los suspiros,
acompañados por un ¡Te amo!

En la alcoba evocar recuerdos
está prohibido, al menos que estos,
sean de momentos compartidos con
esa persona que estas amando.

Es la alcoba la montaña a la que siempre
has querido llegar, porque es allí
donde la máxima cima conquistaras.

En la alcoba tener sexo sin amor
no está permitido, porque eso seria
una herejía contra el amor.

Oxwell L’bu Copyright © 2017