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Cautiva

Mientras amanezco
cautiva en tu lecho,
junto a la flor y la boca
se congrega el deseo.

Nada de perverso
–y sin embargo todo–
hay en tu vientre
que se me ofrece
más allá del último sueño,
carne que se vuelve mía
entre los labios,
mieles que despuntan
en el misterio de mi lengua
a la sola evocación del alba.

Poema tomado del libro En el filo del gozo, de Carmen Matute, publicado por Editorial Palo de Hormigo. 2004.