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Después de más 25 años de la perpetración de los hechos, la histórica audiencia del Diario
Militar ante el sistema interamericano de derechos humanos se acerca. El 25 de abril de
2012 la Corte Interamericana de Derechos Humanos escuchará a las representantes de las
víctimas (Fundación Myrna Mack y la Clínica de Derechos Humanos de la Universidad de
Berkeley), a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y al Estado de Guatemala
en una audiencia que se llevará a cabo en Guayaquil, Ecuador. Esta se transmitirá vía
internet por el sitio web http://www.corteidh.or.cr/index.cfm, a partir de las 9:00 AM
(hora de Ecuador).

El Diario Militar es un registro que sistematiza información de inteligencia militar entre
1983 y 1985, durante el gobierno de facto de Óscar Humberto Mejía Víctores. El Diario
evidencia las acciones de un plan contrainsurgente. Constituye el anexo de un informe de
inteligencia y está dividido en seis secciones. La sexta, es un listado de 183 personas que
fueron desaparecidas, trasladadas, capturadas e incluso ejecutadas por agentes del Estado.
Consigna el nombre completo de cada persona, una descripción general de sus supuestas
ocupaciones (sindicalista, estudiante universitario, etc.), tiene una fotografía, la fecha de
su captura, así como un código y una fecha que se infiere es de su ejecución. Es
importante mencionar que las víctimas del Diario Militar vivían en la zona urbana, a
diferencia de la mayoría de casos acaecidos durante el Conflicto Armado.

Durante el Conflicto Armado Interno y en el marco de la Doctrina de Seguridad Nacional,
el ejército de Guatemala diseñó estrategias contrainsurgentes con el objetivo de neutralizar
la fuerza de la guerrilla. Según el informe Guatemala: memoria del silencio, el ejército
definía al enemigo interno como “todos aquellos individuos, grupos u organizaciones que
por medio de acciones ilegales, tratan de romper el orden establecido, representados por
los elementos que siguiendo consignas del comunismo internacional, desarrollan la
llamada guerra revolucionaria y la subversión en el país. También son considerados
enemigos internos aquellos individuos, grupos u organizaciones que sin ser comunistas
tratan de romper el orden establecido”. La ambigüedad del concepto y las tendencias
ideológicas imperantes, provocaron que las estrategias contrainsurgentes se aplicaran no
solo a los miembros directos de la guerrilla, sino también a sus simpatizantes, a personas
de apoyo o en general a todo aquel que se revelara contra “el orden establecido”:
estudiantes, agricultores, sindicalistas, dirigentes obreros, universitarios, etc.

Según el informe de la Comisión de Esclarecimiento Histórico, el concepto de enemigo
interno se aplicó con tal crueldad y dureza, que las fuerzas del Estado consideraban a todo
ciudadano ya fuere a favor o bien en contra del orden establecido, no podía haber nadie
neutral. Esto tuvo implicaciones terribles, pues conllevó la pérdida de generaciones
valiosas de líderes académicos, sindicales, profesionales, de artistas, etc. Aquellos a
quienes se consideraba comunistas o izquierdistas, que se expresaban en contra de alguna
injusticia o arbitrariedad o que se interesaban en conocer la realidad, estudiarla y
contribuir a cambiarla, fueron considerados enemigos internos y por lo tanto fueron
ejecutados, desaparecidos, exiliados u objeto de diversas violaciones. El régimen de terror
imperante en la época provocó que estudiar ciencias sociales fuera sinónimo de crimen,
muchos profesionales y estudiantes de esas materias sufrieron diversos vejámenes, hasta el
punto que al día de hoy se ha perdido el interés en esas áreas.

El Diario Militar salió a la luz en 1999, cuando un agente del Ejército de Guatemala le
entregó el documento a una organización de derechos humanos que a su vez se lo presentó
a la académica Katherine Doyle, analista del National Security Archives de Washington.
El 20 de mayo de ese año, Katherine presentó el Diario ante los medios de comunicación.
Hubo muchos cuestionamientos en cuanto a la legitimidad del documento, sin embargo
tanto en el gobierno de Óscar Berger como en el de Álvaro Colom se aceptó su
autenticidad, ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Asimismo, en 2009,
el Estado de Guatemala reconoció la validez del Diario a través de la publicación de la
Secretaría de la Paz en Guatemala (SEPAZ) titulada “La autenticidad del Diario Militar a
la luz de los documentos del Archivo Histórico de la Policía Nacional”.

En noviembre de 2011, sucedió un hecho sin precedentes que confirmó la legitimidad del
Diario Militar; la Fundación de Antropología Forense de Guatemala (FAFG) identificó los
restos de dos de las víctimas: Amancio Samuel Villatoro y Sergio Saúl Linares. Sus
osamentas fueron encontradas en San Juan Comalapa, en el lugar donde operaba un
antiguo destacamento militar. Recientemente, en marzo de 2012, fueron identificadas tres
nuevas víctimas que, si bien no figuran en el caso presentado ante la Corte Interamericana,
su hallazgo refuerza la veracidad del Diario y la impunidad de la que ha sido responsable
el Estado.

Las autoridades no realizaron diligencias investigativas para determinar la identidad de los
responsables de las desapariciones forzadas o el paradero de las victimas previo al año
1999. Los expedientes penales no contienen evidencia alguna de que las autoridades
recolectaron testimonios, resguardaron las escenas de los crímenes, reunieron evidencias
físicas, incluyendo evidencia balística, o realizaron el procesamiento de las mismas.
Asimismo, no se efectuaron allanamientos, órdenes de secuestro de los vehículos
involucrados en los hechos, órdenes de captura o citaciones a los presuntos responsables
de haber cometido o participado en esos hechos. Ello pese las denuncias presentadas por
las familias.

En 1999, tras la aparición del Diario, la organización FAMDEGUA presentó una denuncia
ante el Ministerio Público por los crímenes que da cuenta el Diario; sin embargo después
de más de 12 años el proceso nacional no ha prosperado. La investigación llevada a cabo
por las autoridades del Ministerio Publico también ha sido deficiente, careciendo de
dirección o una estrategia investigativa. La investigación no ha arrojado ni avances ni
resultados y la investigación penal, después de 30 años, permanece en la etapa
preparatoria del proceso penal. Además, no obstante que, según los expedientes penales,
los casos han sido a asignado a un juez contralor, este no parece haber intervenido en el
caso desde que se le fue asignado. El Ministerio Publico ha ignorado los elementos
probatorios sobre la identidad de los responsables aportado por el Diario Militar y los
documentos encontrados en el Archivo Histórico de la Policía Nacional. De hecho,
ninguno de los documentos del Archivo Histórico que aportan información sobre las
desapariciones aparece incorporado en los expedientes penales.

El 30 de noviembre de 2005, la Fundación Myrna Mack, en apoyo a familiares de 28
víctimas que se acercaron para solicitar ayuda legal, presentó una denuncia ante la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos por violaciones a la Convención
Americana de Derechos Humanos, específicamente al derecho a la vida, a la verdad, a la
integridad personal, a la libertad, a la libertad de expresión, a la libertad sexual, al derecho
de asociación, a los derechos del niño y por la violación de las garantías y protección
judiciales, entre otros. El hecho de que solo 24 familias estén involucradas en el litigio a
nivel internacional, se debe a la dificultad de ubicar a las familias y al miedo o desgaste de
otras que no quisieron involucrarse.

Después de numerosos escritos, pruebas, observaciones y alegatos de las partes, el 12 de
mayo de 2011 la Comisión notificó la autorización de iniciar el caso ante la Corte
Interamericana de Derechos Humanos y como resultado de este proceso se señaló el día 25
de abril de 2012 para llevar a cabo la audiencia del caso del Diario ante la Corte.
En la audiencia, el padre de una desaparecida y la hija de otra, representarán a las 24
familias y expondrán su testimonio oralmente ante la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, acerca de la desaparición forzada y de las violaciones que sufrieron sus
familiares y ellos mismos. También se presentará el testimonio escrito de Freddy
Peccerelli, director de la FAFG.

Ese día se expondrán los dictámenes de varias personalidades. Estará presente la analista
Katherine Temple Doyle, quien expondrá un estudio sobre las características, la
autenticidad del Diario Militar y el acceso a la información en Guatemala.
Adicionalmente, de manera escrita, fungirá como perito el ex – comisionado de la
Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), Carlos Castresana
Fernández, a través de un dictamen que versará sobre la administración de justicia, las
investigaciones penales en casos de graves violaciones a los derechos humanos y la
denegación de justicia en Guatemala. Otros dictámenes serán elaborados por los expertos:
Silvio Gramajo Valdez (peritaje sobre la aplicación real de la Ley de Acceso a la
Información Pública), Alejandro Valencia Villa (dictamen sobre la inteligencia militar y
su funcionamiento), Carlos Martin Beristain (peritaje psicológico), entre otros. Por parte
del Estado estará presente un representante del Ministerio Público que expondrá las
diligencias realizadas por el Estado en la investigación de los hechos. Marco Tulio
Álvarez Bobadilla emitirá un escrito donde referirá su experiencia en el proceso de
desclasificación de archivos estatales.

Las familias de las víctimas, estarán a la expectativa de esta audiencia, ya que es una
forma de reparación invaluable. La audiencia del Diario Militar ante la Corte, reitera el
compromiso de las familias en la lucha contra la impunidad, el esclarecimiento de la
verdad y el clamor por la justicia y la no repetición de estos graves hechos. En efecto, el
proceso ante la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos es el resultado
de la falta de respuesta del sistema de justicia guatemalteco ante el grito de justicia de las
víctimas del Diario Militar o Dossier de la Muerte, como es conocido.

Para ampliar la información sobre el Diario Militar, puede consultar los sitios web
siguientes:
• El documento original del Diario Militar en
http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB15/dossier-color.pdf.
• El libro “La Autenticidad del Diario Militar a la Luz de los Documentos del
Archivo Histórico de la Policía Nacional” puede consultarse en
http://sepaz.gob.gt/media/publicaciones/copredeh_diario_militar.pdf.
Si tiene alguna duda o comentario escriba a mpaz@myrnamack.org.gt

El documento original de la Fundación Myrna Mack lo encuentras aquí.

Fundación Myrna Mack
Guatemala, abril de 2012