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Reformas

Alteraciones que en realidad son mínimas para lo que Guatemala necesita.

María Aguilar

Desde principios del año pasado en el país comenzó una discusión sobre reformas a la Constitución sobre al sector justicia, las cuales se trasladaron al Congreso en octubre de 2016. Alteraciones que en realidad son mínimas para lo que Guatemala necesita. Sin embargo, desde entonces se libra una batalla que deja en evidencia distintos obstáculos no solo para las reformas sino para el país. Primero, queda la explicita duda sobre ¿qué cambios profundos se pueden lograr en Guatemala con los diputados que fueron electos bajo el mismo sistema corrupto y clientelar que llevó a Otto Pérez Molina y a su gabinete al poder? ¿Hasta qué punto es posible cambiar al país con las y los actuales legisladores?

Segundo, las discusiones demuestran una vez más que la elite empresarial continuará oponiéndose a cualquier cambio que ofrezca una mínima dosis de beneficios a sectores que no sean ellos mismos. Basta señalar la reunión de emergencia en febrero de este año en la que el CACIF en pleno se opuso a la enmienda sobre pluralismo jurídico. Asimismo, las reformas también han servido de vehículo para que minúsculos grupos de la extrema derecha usen el debate como caja de resonancia para sus retrógradas ideas estancadas aun en la Guerra Fría. Para esto han hecho uso de campañas en los medios y en redes sociales que dejan en evidencia su falta de análisis, su alto nivel de hipocresía y su uso del miedo como estrategia mediática y política.

Y tercero, lastimosamente, se debe señalar que las discusiones sobre las reformas no han logrado ser más que una discusión ladina y capitalina. Ha sido imposible socializar la importancia de las reformas a la población mayoritaria del país, que día a día intenta sobrevivir a la pobreza y violencia estructural que los carcome y para quienes el beneficio de cambios a la constitución no es explícito. Es ese uno de los retos y fallos de los colectivos que apoyan a las reformas; olvidarse que su rol, si es que verdaderamente buscan el bien común, no es posicionarse como la voz de un país, que es indio y rural, sino lograr ser puente entre Estado y sociedad.

Fuente: [https://elperiodico.com.gt/opinion/2017/05/15/reformas/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

María Aguilar Velásquez
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