Ayúdanos a compartir

Cadáveres de papel

Manolo E. Vela Castañeda

Paper Cadavers. The Archives of the Dictatorship in Guatemala, es una obra fundamental para conocer –desde adentro y hasta el fondo– el funcionamiento de las burocracias de la muerte, esas instituciones encargadas de la vigilancia y de la represión de ciudadanos en regímenes autoritarios. Es también un texto que nos introduce en las luchas a favor de la memoria, la justicia y la reparación, en sociedades que han atravesado por eventos traumáticos y que se preguntan ¿qué hacer con ese pasado que –cual fantasmas– sigue estando tan presente, con nosotros, en el día a día? Desde la perspectiva de los métodos de investigación empleados en su hechura, Paper Cadavers, es una obra que da lecciones de método a aquellos investigadores rebeldes que quieran saber cómo trabajar en archivos y cómo se hace una buena etnografía; y cómo mezclar –en la narrativa– fuentes de archivo y fuentes etnográficas.

Paper Cadavers está basado en un caso: el Archivo Histórico de la Policía Nacional, que reúne la colección más grande de documentos secretos en la historia de América Latina. Pero este archivo es en realidad un caso adentro de otro caso: Guatemala, un país en donde, en el contexto de la Guerra Fría, el Estado llevó a cavo una de las más
brutales represiones en contra de sus ciudadanos. Esto hace que el casoseleccionado brille, con esa brillantez que solo los investigadores reconocen en los casos paradigmáticos.

El archivo, que fue descubierto en 2005 –por un accidente–, y resguardado por la comunidad de derechos humanos, marcó un antes y un después, sobre lo que era posible saber acerca de la represión estatal en este pequeño país de Centroamérica. Dada la negativa del Ejército de Guatemala de permitir el acceso a sus archivos, y la falta de decisión del poder político por ejercer el predominio civil en estos asuntos (muy a pesar de los Acuerdos de Paz que pusieron punto final al conflicto armado y del acompañamiento internacional), este acervo es hoy la única posibilidad de entender –desde los documentos oficiales– cómo funcionó el terror.

Este archivo ha servido, entre otros, para: 1) conocer el funcionamiento de las instituciones estatales encargadas del control, la vigilancia y la represión hacia ciudadanos; 2) comprobar la participación de agentes e instituciones en eventos específicos de terror estatal, lo que –junto a otro conjunto de evidencias– ha llevado a la cárcel a los perpetradores; 3) confirmar la validez de otros archivos, como por ejemplo El Diario Militar, un registro de
detenidos-desaparecidos, que era llevado por una unidad del Estado Mayor Presidencial; y, 4) confirmar la ocurrencia de eventos que depararon la desaparición de ciudadanos.

En la base de Paper Cadavers hay un trabajo de investigación de campo que duró más de tres años (2006-2008), realizado en el Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica de la Policía Nacional, la institución que tiene a su cargo este archivo. Allí, la profesora Weld se hizo una archivista más, lo que le permitió esa mirada desde abajo, necesaria para el trabajo etnográfico que llevó a cabo. La narrativa lograda nos da lecciones de método acerca de cómo es posible combinar archivos y voces. En cuanto al empleo del tiempo, el estudio mezcla –con magistral habilidad– temporalidades múltiples: el pasado de la Guerra Fría y los escuadrones de la muerte; y el presente de la
posguerra, la democratización, la estrategias negacionistas y la lucha por la memoria y la justicia. Desde la perspectiva de los métodos, Paper Cadavers es una obra que se revela en contra de las formas estereotipadas y aburridas de hacer historia.

Paper Cadavers es una historia contada a tres voces: 1) el Estado y la Policía Nacional; 2) la sociedad civil y el Proyecto de Recuperación de la Memoria Histórica de la Policía Nacional; y, 3) los individuos, los trabajadores del Proyecto. Estas voces son también expresión de múltiples niveles analíticos, entre lo micro y lo macro, por ejemplo.

El estudio empieza contándonos la historia de cómo se pasó del descubrimiento del archivo, a su protección, por parte de la comunidad de derechos humanos, y luego a la construcción de una institución –el Proyecto de Recuperación…– que asumiera el reto de rescatar estos “Cadáveres de Papel” (Capítulos uno y tres). El capítulo dos nos explica cómo las batallas a favor del acceso a la información y la justicia –previas a 2005, cuando se descubrió el archivo– hicieron que este evento afortunado (el descubrimiento del archivo) no quedara solo como una golondrina solitaria (a propósito del refrán: “una golondrina no hace verano”). Las complejas trayectorias del Proyecto, que desde su descubrimiento le ha tocado atravesar coyunturas políticas de alto riesgo, van a ser retomadas en los capítulos 8 y 9.

Luego de contar esto la narrativa da un giro y nos transporta a las frías y grises profundidades burocráticas de uno de los engranajes más importantes de la maquinaria de terror estatal en América Latina: la Policía Nacional de Guatemala. Se analiza aquí tanto el trabajo rutinario de recopilar, sistematizar y actualizar información sobre los
ciudadanos, en tanto formas de penetración del Estado en la sociedad; como la labor de unidades policiales especializadas –a veces en articulación con unidades del Ejército, y otras actuando de forma autónoma– en operaciones de terror. A esto están dedicados los capítulos 4 y 5.

Los capítulos 6 y 7 regresan al Proyecto, y la narrativa ahora nos devuelve a la vida de seres pequeños: los trabajadores del archivo. Se indaga aquí en las consecuencias que para estos trabajadores de la memoria sus experiencias en el archivo trajeron consigo. Cómo el trabajo con estos papeles les llevó a abrir viejas heridas, con las que tuvieron que volver a aprender a lidiar. Estos capítulos están hechos entendiendo dos cohortes generacionales: quienes vivieron la guerra; y aquellos, jóvenes, para quienes la guerra fue un evento de su pasado.

Con Paper Cadavers, Kirsten Weld, la joven historiadora, ha entrado a la lista de autores imprescindibles para entender la historia de la Guerra Fría en América Latina.

Dada la negativa del Ejército de Guatemala de permitir el acceso a sus archivos, y la falta de decisión del poder político por ejercer el predominio civil en estos asuntos (muy a pesar de los Acuerdos de Paz que pusieron punto final al conflicto armado y del acompañamiento internacional), este acervo es hoy la única posibilidad de entender –desde los documentos oficiales– cómo funcionó el terror.

Esta reseña fue publicada en E.I.A.L., 27 – 2 (2016). “Estudios Interdisciplinario de América Latina y el Caribe” es editada por el Instituto de Historia y Cultura de la Universidad de Tel Aviv. Desde estos vínculos pueden descargarla: http://bit.ly/2h6BLR0 http://bit.ly/2h6I32T

Fuente: [www.elperiodico.com.gt]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

Manolo E. Vela Castañeda