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Aferrándose al sueño americano

La juventud no ha podido construir un sueño guatemalteco y sigue aferrándose al sueño americano.

María Aguilar

Con el paso de los días pareciera que lo político en Guatemala vuelve a la normalidad. El Congreso se sacudió el polvo y el susto de la “tragedia” que fue pasar ocho horas atrincherados “en su lugar de trabajo”, a donde llegan solo un par de horas a comer hasta la saciedad, a contestar su teléfono y a pasearse cual pavorreales, mientras maquinan cómo seguir favoreciendo la impunidad y cuidando su pellejo.

Por su lado, Jimmy Morales se rehúsa afrontar a los medios de comunicación que no sean los pagados por él, como los canales nacionales –regalados a Ángel González, cuya esposa está prófuga por el caso Cooptación del Estado– que son los eternos voceros del statu quo. Dedicado a rodearse de militares corruptos, alcaldes ineptos y ganaderos evasores para juntos amenazar con usar la violencia para defender el sistema caduco y seguir ordeñando al país.

Para los sectores corruptos “la crisis ha sido superada” o al menos neutralizada. Las plazas nuevamente quedan vacías. Por eso, la elite económica y política se da el lujo de empujar un seudodiálogo que será más un “performance” y no dará frutos porque ellos ven cualquier intento de justicia como venganza y jamás dialogarán para ceder algo de sus privilegios. Mientras tanto los militares en “tiempos de paz” siguen llenándose el bolsillo con bonos inventados. Y el Presidente sueña –como dejó claro en la ONU– en reformar el mandato de la CICIG, para que se enfoque en maras y no en las redes corruptas.

Para esto, la violencia en la ciudad aumenta, las comunidades rurales mueren soterradas, las carreteras del interior están destruidas o no existen. La juventud no ha podido construir un sueño guatemalteco y sigue aferrándose al sueño americano, por eso, en el campo los jóvenes trabajan y ahorran para iniciar el viaje que los lleve al norte. Mientras, en la capital los jóvenes perfeccionan su inglés para llenar los call centers que son las nuevas maquilas de la clase media.

A simple vista pareciera que Guatemala regresó a la normalidad. Sin embargo, las semillas del cambio y la resistencia ya fueron sembradas y nos vienen días de lluvia para lograr que germinen.

Fuente: [https://elperiodico.com.gt/opinion/2017/10/02/aferrandose-al-sueno-americano/]

Narrativa y Ensayo publica este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

María Aguilar Velásquez
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