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Manuel Colom Argueta, 36 años después

Por Salazar Ochoa
jsalazar@lahora.com.gt

Cifuentes Rivas, quien fuera secretario general del Frente Unido de la Revolución, partido fundado por Manuel Colom Argueta, conversa con nosotros sobre uno de los políticos más rompe paradigmas que se han visto en Guatemala, los recuerdos de Américo nos muestran algunas luces sobre una de las mentes más brillantes que ha tenido la política y cómo su ausencia sigue pesando 36 años después.

¿Cómo era Manuel Colom Argueta?

Meme era una persona muy humana, inteligente, audaz y valiente. Era bastante comprensivo, un buen amigo y excelente profesional. Por todos estos elementos considero que tenía madera de líder y llegó a hacer lo que hizo. Él por ejemplo a muchos de nosotros que éramos sus amigos y seguidores nunca nos daba órdenes, él nos decía: “mirá quisiera ver si podemos hacer esto y que te encargués…”, entonces con gusto se hacían las cosas por la forma en que él se lo pedía a uno, por el contrario, cuando tenía que pelear con alguien que fuera contrario, por ponerle un caso, la gente del MLN en esa época. Era duro, él era fuerte.

Tenía una personalidad magnética, iba a cualquier municipio, barrio o asentamiento y era muy bien recibido, antes de ser alcalde. Eso era lo normal, se hacía amigo de medio mundo. Manuel además era muy estudioso, para darle una idea de su inclinación profesional (fue abogado y notario) pero no se conformó, se fue a Italia a estudiar a nivel de posgrado seguridad social, derecho agrario y urbanismo. Es decir, no fue a estudiar marketing. Fue a estudiar cosas que le sirvieran para el servicio público. En ese mismo sentido, los miembros del equipo que se formó compartían la visión de Manuel, Adolfo Mijangos, amigo íntimo nuestro, se hizo doctor en La Sorbona estudiando derechos humanos, derecho civil. Ellos no estudiaban para explotar sino para servir. Lo mismo ocurrió con Francisco Villagrán Kramer.

¿Cuáles son los inicios de la participación política?

Una parte fundamental del grupo de gente que rodeó a Manuel fue el hecho de que muchos de ellos salieron a estudiar fuera, entonces regresaron con ideas muy novedosas para nuestra época en el país. Éramos puros patojos los que coincidimos en el movimiento URD, Fito Mijangos le agregó el título de “las nuevas generaciones” porque éramos puros patojos de dieciocho a veintidós años, el más grande era Pancho Villagrán pero también era patojón de veinticuatro a veinticinco años calculo yo. Empezamos a reunirnos y se forma un equipo de intelectuales, hablo de intelectuales porque era toda la muchachada que se iba a graduar de médicos, ingenieros, abogados y economistas. Ya había uno que otro profesional entre esos jóvenes pero el bloque era de bachilleres, un partido de bachilleres con ingredientes de líderes magisteriales campesinos, líderes de algunos movimientos sindicales, ya existía el sindicato de Coca Cola y algunas grandes empresas que había dejado la revolución de octubre. En el cincuenta y pico hay elecciones nacionales y dispusimos probarnos porque lo que estábamos haciendo estaba bien. Fito escribía en La Hora, hay artículos de Meme también. En el único periódico que nos daban chance era El Gráfico, en Prensa Libre siempre ha sido un poquito difícil pero nos sacaban cosas todavía, es decir nuestro trabajo era político pero sin partido, era político intelectual por llamarlo de alguna manera. Se hacía crítica contra el gobierno y crítica a la cátedra universitaria pero allí nada más hasta que alguien dice “Bueno, tenemos que organizarnos en algo porque la política se hace andando” y fue justo ahí que conformamos un comité cívico e hicimos la prueba de fuego lanzando candidato a la alcaldía de Guatemala, lanzamos la candidatura de Pancho Villagrán y se hizo un muy buen papel para ser la primera vez y ser patojos inexpertos, sin dinero ni para la camioneta. Lanzamos esta candidatura y nos íbamos a los barrios a pie o como fuera pero pegamos. El asunto es que de todas maneras nos ganó Montenegro Sierra, si no mal recuerdo, por cerca de quinientos votos. Pancho luego de conocer los resultados da declaraciones a la prensa y reconoce el triunfo de Montenegro Sierra, una de las primeras veces que en Guatemala se admite con hidalguía el triunfo de un opositor.

Esta fue una primera prueba pero es allí donde aprende Manuel y todo el grupo, de ahí surgen las aspiraciones de convertirnos en partido político. Hicimos los primeros tanes y nos inscribimos como URD (Unidad Revolucionaria Democrática), buscamos las firmas, con una pobreza evidente pero tampoco era tan imprescindible el dinero.

A partir de constituirnos como partido es cuando empezamos a dar golpes más fuertes porque ya nos empiezan a respetar y también a atacar. Nos llamaban intelectuales tepocates porque éramos mucha cabeza pero poco cuerpo porque efectivamente no teníamos bases todavía, vamos caminando poco a poco y llegan las elecciones.

Meme lanza su partido y ahí surge una anécdota muy bonita, hay una señora en un barrio que se queda pensando y dice en voz alta “pensándolo bien Manuel Colom”, de ahí lo tomaron los muchachos y ese era uno de los slogans para las elecciones a la alcaldía. Manuel es el único miembro de nuestro equipo que logra triunfar y es precisamente en la capital.

¿Cómo trabajó la administración municipal de Colom Argueta?

Manuel asume la alcaldía y empieza a pensar en un proyecto urbanístico de modernización. La derecha siempre le tiene miedo a la planificación, dicen que es un arma comunista y por lo tanto no hay que planificar sino más bien dejar paso a la libre empresa. Manuel arma su plan y este queda en un documento en blanco y negro que se llama “Director del ordenamiento metropolitano 1972 – 2000”, era un plan que abarcaba varios períodos municipales y además tenía líneas para continuar. El primer plan de Manuel era preparar al órgano administrador de una nueva ciudad, porque la municipalidad era un organismo de los viejos tiempos, el alcalde hacía los casamientos, firmaba las cédulas, atendía los líos entre la comadre y el compadre del barrio, era el tatalcalde de los viejos tiempos. El plan abarcaba muchos frentes; lo que ahora se hace de una orquesta juvenil municipal fue idea de Manuel, él inició además el teatro de carpa, cual se llevaba a los barrios pobres y asentamientos, llevaban payasos y actores pero con contenido, ellos lanzaban un mensaje de organización social. Otro frente fue la introducción del agua potable con el proyecto del sistema Xayá-Pixcayá, el único que ha entrado al país en los últimos cincuenta años, las últimas municipalidades no han introducido ni una sola gota de agua, solo vienen a sacar agua de los pozos, permitiendo muchas urbanizaciones pero con pozos y esa agua se agota, incluso en el plan que mencioné había otros proyectos de agua potable de similares magnitudes. El segundo gran proyecto de la administración de Manuel fue sanear la ciudad en busca de la higiene. Nadie había, ni ha hecho grandes colectores como los que hizo Manuel, un trabajo inmenso, el problema es que no se ven esos kilómetros de kilómetros de obra subterránea. Este proyecto se logró con apoyo el INFOM (Instituto de Fomento Municipal). Luego la administración de Manuel atacó el problema del transporte, las vías. Manuel junto a su equipo de planificación llegan a la determinación de unir la ciudad, se piensa en el anillo periférico, una obra donde se cuenta con el financiamiento del Banco Centroamericano de Integración Económica, vale la pena mencionar que el anillo periférico se hizo con una menor cantidad de dinero de la que había proporcionado el banco, Manuel todavía devolvió parte de. Manuel le coloca al periférico el nombre de “Boulevard Adolfo Mijangos López”, el cual estaba diseñado para continuar, es decir, solo se quedó la mitad porque eso no podía hacerse en una sola administración pero las demás administraciones por razones ideológicas pararon la obra y la dejaron hasta donde Manuel llegó que por fortuna fue a la universidad.

Después de esto viene el tema de los mercados, no solo los mejora y sanea sino que además crea nuevos mercados. Una obra que a la gente se le olvida y es muy bonita es el mercado de flores que está en el cementerio general para que no estuviera la gente vendiendo en la calle. Modificó y arregló muchos mercados. En el área social se crearon comedores infantiles en los barrios populares, se crearon guarderías infantiles, se crearon muchos servicios entre ellos las farmacias populares para venderle medicina a precios más accesibles para la gente. Manuel fue muy atacado por esa iniciativa, decían “¿Cómo va competir él como gobierno local con el negocio de la medicina?”. Otro elemento es que Manuel no se quedó solo en la capital, Manuel fue al país y ¿Cómo fue al país?, resulta que había por allí un papelito mal puesto que se llamaba “Reglamento de la asociación de municipalidades de Guatemala”, cinco artículos donde decían que debían reunirse las municipalidades del país para intercambiar experiencias, ese fue el trabajo que Manuel me adjudicó. Le dije “mirá yo me puedo encargar de eso”. Entonces según ese reglamento debían hacerse asambleas cada dos años, preparamos la primera asamblea. Allí es donde Meme llega al interior del país, en realidad ya habían sucedido 8 asambleas que no pasaban más allá de reunirse para tomar café. En esta novena asamblea se invitó a los diputados, en ese momento eran 331 municipios, cada alcalde con su síndico, concejal o el secretario municipal era miembro de la asamblea, todos estaban invitados. La novena asamblea la celebramos en Huehuetenango y se invitó además a las asociaciones de profesionales, a los ministros y cuerpo diplomático para escuchar lo que decían los señores alcaldes de las tierras lejanas, para aquellos tiempos donde ni carreteras había. La asamblea fue un verdadero éxito, la mayoría de alcaldes eran del MLN que en ese tiempo habían ganado las elecciones pero Manuel se los echó a la bolsa cuando dio su discurso y dijo durante la asamblea “nosotros los representantes, los que hemos sido electos, tenemos la responsabilidad de dotar a los vecinos de los elementos necesarios como agua potable, luz eléctrica, mercados, servicios sanitarios, manejo de basura. Ese es en términos generales el panorama del trabajo de Manuel.

El FUR nació en el 59-60, queríamos convertirlo en partido político pero los gobiernos comenzaron a oponerse y en la primera oportunidad lo cancelaron. Cuando volvimos a intentar inscribirlo de nuevo nos dijeron que no se podía llamar FUR, que no podíamos volver a usar ese nombre, entonces le agregamos una letra D, volvieron a negarnos la inscripción. Años después lo intentamos nuevamente y le quitamos la D, quedó otra vez FUR. Manuel tuvo varios atentados muy fuertes siendo alcalde y después de serlo. Manuel acusó al gobierno porque de ahí salían las órdenes de su asesinato. Para el año 78 después de que iba a terminar la alcaldía de Leonel Ponciano, el FUR dispuso lanzarme a mí como candidato y ya había señales de gente que decía que cuidáramos a Manuel. Durante la administración de Ponciano lo que hacía Manuel era viajar, él estaba en México y viajaba a El Salvador pero pasaba por el aeropuerto La Aurora, lo hacía de tal manera que entre avión y avión hubiera un lapso de dos o tres horas y en ese tiempo nosotros hacíamos asambleas con él. En el año 78 cuando Lucas García lanzó su candidatura con el PR con Pancho Villagrán Kramer que era nuestro, nos opusimos y no fuimos a elecciones nacionales sino solo a elecciones municipales especialmente la candidatura de la ciudad de Guatemala.

Usted que era parte del círculo más cercano de Manuel Colom Argueta ¿Cómo recuerda los últimos días antes de su asesinato?

Considero que había una confabulación, todos sabíamos que algo podía pasarle a él, más aún cuando en enero asesinan a Alberto Fuentes Mohr. Incluso hay cosas raras antes, en el año 78 yo trabajaba en la facultad de derecho en la USAC y me llamó el rector y me dijo “Leé este papel pero no puedo dártelo, solo leélo y te vas con el Sapo, así le decían a Manuel porque era chaparro, justo un día antes de la toma de posesión de Lucas y Pancho Villagrán. El cable venía de París, decía “hay indicios que muestran que habrá una matanza de trescientos cincuenta dirigentes políticos de diferentes sectores”, Llamé a Manuel y le dije que me urgía hablarle y le dije lo que sabía y Manuel se puso pálido, me dijo “andate allá con Pancho Villagrán y hay que avisarle a todos para que se oculten por lo menos 24 horas”.

Meses después de ese grave suceso, logramos inscribir al FUR, ese día fue una gran fiesta y nos reunimos con todos los miembros para tomar determinaciones sobre nuestra primera asamblea ya como partido. Manuel me dijo “mirá, venite mañana (22 de marzo) vas a ir conmigo al CEUR (USAC)”, le dije que estaba bien pero luego me volvió a llamar y me dijo “Américo mejor ya no vengás”, aprovechando que ya todos estaban saliendo aproveché para acercarme a él y decirle “mirá Meme, la situación es seria, andate del país, ya esto está inscrito dejanos y seguís viajando como lo venías haciendo, salí del país”. Me abrazó y me dijo “te juro que después de la asamblea del domingo me voy al aeropuerto y me desaparezco unos meses para calmar las cosas”, nos despedimos y ya no hubo oportunidad de nada, al día siguiente lo mataron. Fue algo terrible, su asesinato consternó a mucha gente y es quizá el entierro más masivo que he visto, cuando entramos al cementerio la gente caminaba sobre la gente. Manuel era un líder imparable para llegar a la presidencia pero significaba un cambio rotundo en el manejo de la política, no solo el hecho de que se convirtiera en presidente sino ya se había visto su trabajo en la municipalidad como obra por lo tanto si llegaba a sentarse en esa silla no sé qué hubiera hecho.

Me abrazó y me dijo “te juro que después de la asamblea del domingo me voy al aeropuerto y me desaparezco unos meses para calmar las cosas”, nos despedimos y ya no hubo oportunidad de nada, al día siguiente lo mataron.

Fuente: [http://lahora.gt/manuel-colom-argueta-36-anos-despues/]